miércoles, 26 de agosto de 2009

Retrato en miniatura del mariscal Marmont






El Blog de la Colección Martínez Lanzas-de las Heras me ha proporcionado una imagen del mariscal Marmont que no conocía en una miniatura en acuarela y guache sobre marfil de 51x51 mm, fechada hacia 1812 y de autor desconocido.

http://colecciondeminiaturas.blogspot.com/2009/01/la-miniatura-francesa-poca-imperio-1804.html

Lo que daría por tener en mi colección la miniatura del retrato de Wellington hecha en Plasencia, que ya hemos presentado en una entrada anterior, y esta otra joya. Son maravillosas, espero que en el 200 aniversario de la Batalla de Los Arapiles las podamos ver juntas en una exposición en Salamanca. Quizá Eloy nos quiera contar algo más al respecto de esta miniatura y de la de Wellington: cómo supo de ellas, cómo las consiguió... En este retrato Marmont luce la Estrella de la Legión de Honor y la casaca azul oscuro de mariscal del Imperio, decorada con hojas de roble bordadas en oro. No puedo dar explicación de la banda en color azul cielo, puesto que lo que solía portar un mariscal era una banda roja de la Legión de Honor. Quizá pertenezca a otra condecoración y alguien pueda iluminarnos al respecto. El ejército francés en la batalla de Los Arapiles, la Armée de Portugal, estuvo al mando del mariscal Auguste Fréderic Louis Viesse Marmont. Marmont era un soldado veterano que había participado en varias campañas. En 1796 fue nombrado edecán de Napoleón y junto a él luchó en Italia hasta 1796, año en el que fue enviado de vuelta a París acompañando a las banderas capturadas a los austriacos en esa campaña. En 1798 se unió a Napoleón en su expedición al Oriente y luchó en el asedio de Alejandría y en la batalla de las Pirámides. La campaña de Egipto terminó en desastre, y el ejército francés fue abandonado a su suerte por Bonaparte, que regresó a Francia con un grupo selecto de oficiales entre los que se encontraba Auguste Marmont. Amigo íntimo de Bonaparte, Marmont participó en el golpe de estado de Brumario y fue nombrado Consejero de Estado por el que hasta entonces había sido su comandante en jefe, ahora Primer Cónsul. En 1800, Marmont estaba al mando de la artillería en la batalla de Marengo. Demostró tal pericia en el uso de los cañones que fue ascendido a general de división con sólo veintiséis años. En 1805, recibió el mando del II Cuerpo de la Grande Armée y luchó en Ulm y Weyer antes de ser trasladado al frente italiano. En 1806, fue designado gobernador general de Dalmacia y expulsó a los rusos de Ragusa, acción por la que se le concedió el título de Duque de Ragusa en 1808. Al año siguiente, de nuevo luchando en Italia y en Croacia al mando del IX Cuerpo, fue herido. Una vez recuperado, marchó al frente del Danubio y permaneció en la reserva durante la batalla de Wagram. Unos días después, su brillante actuación en el combate de Znaim le hizo ganar el bastón de mariscal. Después de dos años de servicio en Iliria, en abril de 1811 Marmont fue llamado para sustituir a Ney, que en ese momento se encontraba al mando del VI Cuerpo integrado en el ejército con el que Masséna había intentado hacerse con Portugal y fracasado estrepitosamente. Apenas un mes más tarde sustituiría a Masséna al frente de la Armée de Portugal. La tarea que tenía ante él en ese momento era inmensa: el ejército de Masséna no solo acababa de ser derrotado en Fuentes de Oñoro, sino que estaba además, al borde de la inanición. Pero el entusiasmo y la diligencia de Marmont lograrían levantar la moral de sus nuevos soldados. Consiguió un avituallamiento efectivo de las tropas, abolió la organización en Cuerpos y reestructuró el ejército formando divisiones independientes (gracias a lo cual su autoridad sobre la tropa sería más directa) y envió de vuelta a Francia a varios generales veteranos que estaban resentidos por tenerse que someter al mando de un hombre más joven. Marmont pronto demostró su capacidad al mando del ejército: su rápida marcha para ayudar a Soult en junio de 1811 obligó a Wellington a levantar el sitio de Badajoz. Unos meses después tendría que luchar la que iba a ser su primera y última batalla como comandante en jefe en la Península: Salamanca.


1 comentario:

  1. El señor Martínez Lanzas-de las Heras nos ha proporcionado amablemente dos imágenes más del retrato del mariscal Marmont y alguna información complementaria de gran interés.

    Este retrato es de los primeros que adquirió, allá por finales de los años 70, y por entonces solamente sabía que se trataba del retrato de un oficial francés de la época napoleónica y que era de autor desconocido. Fue muchos años después, al abrir el medallón para proceder a su limpieza, cuando halló el papelito que indicaba la identidad del personaje retratado.

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