martes, 31 de marzo de 2009

Tras los pasos de Sir John Moore


Este invierno se cumplieron doscientos años desde la primera campaña británica en España en los tiempos de las Guerras Napoleónicas. A finales de noviembre de 1808 el ejército de Sir John Moore se encontraba en Salamanca, donde recibió la noticia de que Napoleón avanzaba hacia ellos como un huracán, llevándose por delante a todos los ejércitos españoles que le salían al paso. La retirada británica fue inmediata, buscando la salvación en los barcos de la Royal Navy que arribaban al puerto de La Coruña. Un grupo de Ian Fletcher Battlefield Tours (www.ifbt.co.uk) hizo la misma ruta que miles de sus compatriotas de hace doscientos años, y también pasaron por el Sitio Histórico de Los Arapiles, aunque este sería un lugar que no alcanzaría su protagonismo actual hasta casi cuatro años después.

En la foto estamos en Sahagún (León) donde Lord Paget, al mando del 10º y el 15º de Húsares británicos, en una marcha nocturna entre el 20 y el 21 de diciembre, sorprendió y derrotó a una fuerza de setecientos jinetes franceses.

lunes, 30 de marzo de 2009

El combate de Morales de Toro


Hago muchos kilómetros por las carreteras de mi región, Castilla y León, intentando localizar los puntos exactos donde se libraron algunos combates secundarios pero muy famosos de la Guerra Peninsular, siendo uno de ellos, por ejemplo, el de Morales de Toro (Zamora).

Y aparte de las cargas de caballería y los avances de la infantería que veo en mi imaginación, noto también el abandono, el despoblamiento y la falta de esperanza del campo castellano-leonés.

Y a menudo me pregunto si el turismo británico de campos de batalla, combinado con otros alicientes, podría ayudar a paliar algo esta triste situación. Ya hace años que dejé en las Bodegas Bajoz información sobre el combate de Morales de Toro y sobre la posibilidad de promocionar sus productos en el Reino Unido en conjunción con el asunto del turismo de campos de batalla. Nunca me llamó nadie para charlar al respecto. Yo sigo yendo con grupos de amigos británicos a ese pueblo para disfrutar de la historia y del excelente vino de Toro...

El 2 de junio de 1813, en el contexto de la última campaña de Wellington en España, en Morales de Toro, los Húsares británicos participaban en su primera acción desde la retirada hacia La Coruña cuatro años antes. Los regimientos 10.º, 15.º y 18.º de Húsares cargaron y dispersaron con grandes bajas al 16.º de Dragones francés. Este episodio lo vocearon los vendedores de periódicos en las calles de Londres y, un par de años después, el grabado que acompaña a esta entrada se veía en el escaparate de uno de los más famosos impresores de la ciudad.

Confiemos en que la próxima vez que Morales de Toro entre en la historia de Europa lo sea por un récord de ventas en botellas de vino.

domingo, 29 de marzo de 2009

Ruta del general Moore en Castilla y León


Parece ser que se lo han repensado y que mañana se plantean presentar una Ruta del general Moore en vez de la de Napoleón. Sigo pensando lo mismo que en la entrada anterior y a ella os remito. Una ruta de esas características en Castilla y León debe pasar, por fuerza, por el personaje de Lord Wellington; tanto la opción de Moore como la de Napoleón tendrán un futuro muy limitado. Se necesita algo con más recorrido, pero no en kilómetros, sino en planteamiento.

Por otro lado, la figura de Moore es, desde hace muchos años, parte del programa cultural y turístico de la ciudad de La Coruña. Además, Moore, a pesar de su leyenda y grandes méritos como militar,
no deja de ser un personaje secundario frente a Lord Wellington.

En este enlace podéis ver como Moore es ya hace tiempo el personaje de La Coruña:

http://www.coruna.es/moore/

Si en La Coruña está enterrado Moore, en la Plaza Mayor de Salamanca hay un medallón dedicado a Lord Wellington, que siguió en varias ocasiones en sus campañas la ruta del Duero (con lo que eso supone de posibilidad para desarrollar un turismo enológico y de campos de batalla), que fracasó en el asedio de Burgos, que recibió el título de Duque de Ciudad Rodrigo... ¿Qué más puedo decir?

Esta es la noticia que aparece en el diario digital www.salamanca24horas.com:

Las Cortes debaten incluir el 'Itinerario de Moore' en las Grandes Rutas de la Comunidad

La Comisión de Cultura de las Cortes de Castilla y León debatirán este lunes, 31 de marzo, la proposición no de Ley presentada por el Grupo Socialista por la que se quiere incluir, dentro de las 'Grandes Rutas', un nuevo itinerario que recrearía la retirada de las tropas inglesas en dirección a La Coruña en la Guerra de la Independencia a través de las provincias de Salamanca, Zamora, Valladolid y León

La ruta comenzaría en Ciudad Rodrigo para seguir hacia La Coruña


La PNL, presentada por varios procuradores de León, Zamora, Salamanca y Valladolid, pretende inscribir la "dentro de los episodios relacionados con las campañas napoleónicas, un aspecto turístico en alza en Europa", según ha declarado el portavoz de Cultura y Turismo del Grupo del PSOE en las Cortes, José Martín Benito.


La propuesta será defendida por la procuradora berciana, Ángela Marqués. Precisamente fue el paso por El Bierzo, uno de los más duros que tuvo que afrontar el ejército británico en su retirada hacia La Coruña en enero de 1809.

Para la procuradora Marqués "este recorrido hilvana localidades de cuatro provincias de Castilla y León. Supone la creación de un nuevo recurso turístico que puede favorecer el aumento de la estancia media del viajero, índice que es necesario mejorar en nuestra Comunidad Autónoma". La procuradora recuerda que en el mes de febrero Castilla y León ha vuelto a ser la última Comunidad española en estancia media de viajeros: con un 1,71 frente a la media nacional de 2,80.

El itinerario recrearía el realizado por las tropas de Sir John Moore en 1808-1809

La propuesta se enmarca en la conmemoración del Bicentenario de la Guerra de la Independencia (1808-1814) y se pretende inscribir dentro de la denominación de las 'Grandes Rutas' que se promocionan en Castilla y León. El rasgo que distingue a estas rutas, recordó Martín Benito, es el "trascendente carácter histórico del personaje o del hecho que evocan", como en el caso de la Ruta del Cid, de Carlos V o en el Camino de la Lengua.

En concreto, se refiere al itinerario que siguió el ejército del general Sir John Moore, por tierras de Salamanca, Zamora, Valladolid y León en su retirada hasta La Coruña durante la Guerra de la Independencia en 1808 y 1809. Este terrible viaje, jalonado de muerte, destrucción y pillaje, se inicia en Ciudad Rodrigo en noviembre de 1808. El 12 de diciembre abandonan Salamanca siguiendo el Duero hacia Zamora; vadean el Duero por Tordesillas y se repliegan sobre Mayorga, llegando el 21 de diciembre a Sahagún. Desde aquí se dirige Sir John Moore hacia Benavente y prosigue su camino hacia Galicia pasando por Astorga. A la salida de esta ciudad se produce una división del ejército, ya que las tropas inglesas entran en la comarca berciana por Manzanal, mientras que las tropas españolas siguen el camino de Foncebadón que se hacía casi intransitable por la nieve.

En El Bierzo está documentada su presencia en Bembibre, Ponferrada, Cacabelos y continúa esta marcha por Villafranca y Herrerías buscando pasar el puerto de Piedrafita, camino de Lugo, para alcanzar su destino final fijado en el puerto de A Coruña, ciudad a la que llegan el 11 de enero de 1809 cuando aún no había arribado la escuadra que debería trasladarles a la seguridad de Inglaterra. Moore fue mortalmente herido por una bala de cañón en la batalla de Elviña, siendo enterrado a los pies de los muros de la ciudad gallega.

Campaña de promoción

También se propone realizar una campaña de promoción de dicha ruta que incluya como destinataria a la población del Reino Unido y diseñar una imagen corporativa para esta ruta, que identifique las poblaciones más importantes de este recorrido.

El recorrido hilvana localidades de cuatro provincias de Castilla y León. La nueva ruta turística propuesta, cuenta además con el atractivo, según el portavoz de Cultura, "de poder ser promocionada fácilmente en el extranjero, y es que tanto desde el Reino Unido como de Francia se apoyan todas las iniciativas que tengan que ver con su actuación en la Guerra de la Independencia".

Polémica sobre la Ruta de Napoleón en Castilla y León


Abajo os dejo una noticia publicada en "El Diario de Burgos". No voy a meterme de lleno en la polémica, los involucrados sabrán lo que hacen, digo yo. Solamente quiero decir que, en mi humilde opinión, me parece que el asunto de la Ruta, aun siendo una iniciativa loable, no parece estar bien enfocado. El turismo de campos de batalla es un fenómeno propio de los países anglosajones (británicos, australianos y estadounidenses visitan el Sitio Histórico de Los Arapiles), así que lo que creo que procede es una Ruta dedicada a la figura de LORD WELLINGTON. Los franceses no practican este tipo de vacaciones y, además, ni siquiera conmemoraron en el 2004 el bicentenario de la coronación de Napoleón como emperador, puesto que el personaje resulta algo incómodo por allí. En cierto sentido no le falta razón al alcalde de Aranda, aunque quizá le haya faltado ofrecer una alternativa. Y debo añadir a lo anterior que distintos regimientos del ejército británico visitan asiduamente los lugares relacionados con la Guerra Peninsular, pero que el ejército francés no hace tal cosa.

Y, ¿quién es Wellington?, aparte del personaje que vemos representado en el grabado que acompaña a esta entrada:

- Un personaje de la historia universal tanto como Napoleón.
- Al que no se puede comparar con Hitler o alguien así.
- El vencedor de la Guerra Peninsular (Batallas, combates y asedios de Vimeiro, Talavera, Buçaco, Fuentes de Oñoro, Ciudad Rodrigo, Badajoz, Salamanca, Garcihernández, Morales de Toro, Vitoria...)

- El único extranjero que figura en los medallones de la Plaza Mayor de Salamanca.
- El Duque de Wellington y de Ciudad Rodrigo.
- El vencedor de Napoleón en Waterloo.

- Primer Ministro de Gran Bretaña.
- Da nombre a la capital más grande de toda Oceanía, donde hay lugares que se llaman Salamanca o Arapiles en recuerdo de lo acaecido por estas tierras.


Esta es la noticia:


El PP tacha de «broma pesada» proponer una ruta de Napoleón
Considera que sería un desprecio a «todo el rastro de sangre y destrucción que dejó»

Paco Santamaría
I.M.L. / Aranda de Duero
La propuesta de creación de una ruta turística en torno a la figura de Napoleón Bonaparte y su paso por Castilla y León hecha pública la semana pasada por el grupo socialista en las Cortes regionales recibió todo tipo de calificativos negativos desde las filas del PP en la capital ribereña. Entre otras afirmaciones, la comparan con una «broma pesada» al intentar exaltar a «la personas más perjudicial para Aranda a lo largo de su historia» y, encima, con dinero público. Estas declaraciones las realizó el edil popular en el Consistorio de la capital ribereña, Máximo López, quien apuntó que «una ruta turística debe exaltar a nuestros propios héroes, no al tirano extranjero que vino a provocar toda esa destrucción». En su argumentación comparó la opinión que le merecía a su grupo esta iniciativa socialista con la que tendrían si «en Francia o de Polonia propusiese realizar una ruta turística dedicada a Adolf Hitler». López recordó que en la capital ribereña las tropas napoleónicas dejaron un rastro de destrucción, enumerando algunos de los desmanes del ejército: saqueo de las iglesias de Santa María y San Juan, destrucción del palacio episcopal (ubicado en los actuales Jardines de don Diego); incendios de los conventos del Sancti Spiritus y de San Francisco; destrucción de las ermitas de la Virgencilla, la de San Antonio Abad y San Sebastián y la techumbre de la de San Isidro, así como del convento femenino de San Antonio y saqueo y transformación en horno de pan del de las Bernardas; pérdida parcial del archivo municipal por un incendio y destrucción total de dos zonas arandinas: el arrabal de San Gregorio y del barrio Allendeduero. El edil popular aprovechó la ocasión para recordar la importancia de la Guerra de la Independencia y de los personajes que la Ribera aportó a esta época bélica, como Juan Martín ‘El Empecinado’ o Jerónimo Merino Cob, el cura Merino, entre otros muchos mientras que las tropas napoleónicas ajusticiaron a multitud de personas en Aranda, como al guerrillero José Causín, ahorcado en la plaza Mayor el 17 de septiembre de 1810. López instó a los procuradores socialistas a retirar «esta propuesta humillante para todos los españoles que lucharon contra este genocida» y recordó que el 10 de junio de 1813 fue «una fecha memorable para Aranda porque nuestra ciudad era liberada y eran expulsados los invasores», pidiendo a los parlamentarios socialistas en las Cortes regionales que no hagan volver a Napoleón con «una ruta de la infamia y la humillación».

viernes, 27 de marzo de 2009

La Ruta de Los Arapiles



Hoy os enseño el atril número 4 de la Ruta de los Arapiles que hemos creado Dionisio Álvarez Cueto, Carlos Quesada y el menda. Está situado al pie del Teso de San Miguel, colina que fue el puesto de mando de Wellington durante gran parte de la Batalla de Salamanca. Sobre el Teso hay un mirador pentagonal que no se aprecia en la foto y que muestra la posición de las tropas justo antes de iniciarse los combates.

Fosas comunes de La Grande Armée en Vilnius



Ayer recibí, de parte de un agradecido visitante al campo de batalla de Los Arapiles, el libro Vilnius 1812. From Beyond the Grave y otro regalo inesperado, un botón del 85º regimiento francés de infantería de Línea de los muchos encontrados en las fosas comunes de la Grande Armée localizadas en Vilnius en el año 2002. Os adjunto la noticia tal como la dieron en su día:

Hallan una fosa común en Lituania que alberga restos de miles de soldados del Ejército napoleónico

VILNIUS


Expertos trabajan en uno de los hallazgos arqueológicos más excepcionales de la Historia:
una fosa común en Vilnius, la capital de Lituania, que alberga restos de miles de soldados que perecieron durante la desastrosa retirada de las tropas napoleónicas de Moscú en 1812, según informa el diario 'The Guardian'.
El descubrimiento ofrece valiosísima información acerca de las condiciones y circunstancias de una de las operaciones militares más trágicas de la historia. Por ello, arqueólogos lituanos y expertos galos en ciencia forense están trabajando con los restos de unos 2.000 jóvenes soldados del Ejército francés, que murieron de frío, hambre y enfermedades durante la terrible campaña de Napoleón Bonaparte en Rusia.
"Es una oportunidad única para probar algunas claves históricas de la retirada", ha explicado el profesor Olivier Dutour, antropólogo de la Universidad de Marsella a cargo del proyecto de exhumación. "Estamos mirando directamente a la Historia".

Hallazgo por casualidad
La fosa fue descubierta hace un año durante los trabajos de instalación de líneas telefónicas en la ex base militar soviética de Vilnius. Los trabajadores encontraron pilas de huesos en un diámetro de 100 metros.
Al tratarse de una antigua zona del Ejército Rojo, en un principio se creyó que se trataba de los cadáveres de víctimas del genocidio nazi o estalinista. Sin embargo, fragmentos de botones, ropas y otros artefactos enseguida revelaron que se trataba de cadáveres de hace casi 200 años, cuando las tropas bonapartistas atravesaron Lituania huyendo de los rusos en diciembre de 1812.
“No todos los uniformes son franceses. También hay portugueses, italianos, suizos... Soldados de quizás veinte nacionalidades diferentes”, ha explicado Olivier Poupard, de la Embajada francesa en Vilnius.


Trabajos de exhumación
El frío del pasado invierno retrasó los trabajos de exhumación, pero en los últimos meses se han iniciado los trabajos sobre esta fosa que se cree que es la mayor de la era napoleónica hallada en Europa.
Ya han sido recuperados los cadáveres de unos 1.700 soldados, de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años. En total, hay unos 2.000 cuerpos enterrados en masa en la trinchera que los hombres de Napoleón construyeron en junio de 1812 para fortificar Vilnius, cuando el emperador francés se disponía a invadir Rusia.
El empeño de Napoleón por conquistar Rusia se topó con el frío invierno de esas tierras. Sólo sobrevivieron 50.000 de los 614.000 hombres que formaban parte de la campaña Ante esta situación, Napoleón decidió abandonar a sus hombres a su suerte, y huyó, escoltado por lituanos a los que proporcionó dos pistolas explicándoles que él, Napoleón, no podía ser capturado vivo.

Debate entre los historiadores

Durante años, los historiadores han estado divididos acerca de si el frío obligó realmente a la retirada o si se trató de una excusa de Napoleón para encubrir que la campaña en Rusia fue una soberana metedura de pata.
El professor Dutour ha explicado que el hallazgo refuerza la primera hipótesis. “Los resultados confirman que se registraron temperaturas extremas en este periodo. Napoleón afirmó que ordenó la retirada a causa del frío. Y está claro que algunos de los soldados llegaron a estar a 40 grados bajos cero antes de morir”.

Soldados españoles

Aunque las nacionalidades de los cuerpos no están claras, se cree que la fosa contiene restos de jóvenes reclutados por Napoleón en toda Europa, ente ellos españoles, lituanos, polacos, austriacos, alemanes y croatas.
Estos restos serán enterrados en el cementerio de Vilnius, tal vez el mes que viene, aunque decisiones políticas y diplomáticas podrían retrasarlo.
Los análisis de los esqueletos no sólo están proporcionando valiosa información histórica, sino también acerca de la alimentación, condiciones físicas y enfermedades que existían en el siglo XIX en toda Europa.

miércoles, 25 de marzo de 2009

El general Fournier-Sarlovéze


Esta es una acuarela del maestro R. Benigni que representa al general francés Fournier-Sarlovéze liderando la carga de su brigada en la batalla de Fuentes de Oñoro (5 de mayo de 1811).

Joseph Conrad se basó en este personaje para dar vida al teniente Feraud en su relato "El Duelo". En 1977 Ridley Scott hizo la película "Los Duelistas", cuyo guión es una adaptación de este mismo relato que cuenta la historia de dos oficiales del ejército de Napoleón que se baten en una serie de duelos salvajes por honor. Todo comienza con un incidente de poca importancia, pero, poco a poco, se alimenta una rivalidad de proporciones insospechadas que termina enfrentando a ambos hombres a lo largo de quince años.

Ya os contaré más cosas de las andanzas del general Fournier por Salamanca, donde era conocido por los paisanos como "El Demonio".

Napoleón y la Locura Española


Llevaba tiempo viendo en la librería la obra de François Malye Napoleón y la Locura Española. Nunca le hice mucho caso, la verdad. Ayer me lo regalaron. No mostré mucho entusiasmo con el regalo y, además, para abundar en mi estupidez y soberbia, sin leer nada más, incluso me permití pensar que la traducción no era buena al ver que el capítulo 4, dedicado al mariscal Masséna, llevaba el título "El hijo podrido de la victoria".

Me preguntaba horrorizado cómo habían podido llegar a traducir "El hijo podrido de la victoria" por "L'enfant chéri de la victoire" (el niño mimado de la victoria), el sobrenombre del mariscal que yo conocía. Menudo idiota, si uno lee el libro, se aprende que los soldados de Masséna le cambiaron el sobrenombre por el de "L'enfant pourri de la victoire" (el hijo podrido de la victoria) para dar cuenta de su amor por el saqueo y la rapiña. Yo lo desconocía, y la ignorancia y los prejuicios me hicieron juzgar precipitadamente el que es un muy buen trabajo de traducción por parte de Tomás Onaindia.

Me he leido el libro de una tirada y puedo decir que es muy recomendable y entretenido. Además, es una fórmula original para contar la guerra napoleónica en España, ya que se ha hecho desde la perspectiva de las biografías de ocho personajes del Imperio: Junot, Soult, Masséna, Dupont, José Bonaparte, Fournier-Sarlovèze, Hugo y Bugeaud. Me encantado la parte dedicada al general Fournier, ese húsar pendenciero e indisciplinado que tantas juergas se corrió por Salamanca y que estuvo al frente de una de las cargas principales en la batalla de Fuentes de Oñoro.


Más títulos interesantes en www.edaf.net

martes, 24 de marzo de 2009

Mausoleo del general Bowes



El mayor-general inglés Barnard Foord Bowes murió en el asalto del fuerte de San Cayetano en la ciudad de Salamanca el 23 de junio de 1812. Su cuerpo quedó enterrado en algún lugar desconocido de Salamanca. En su localidad de origen, Beverley (East Workshire), sus familiares erigieron un mausoleo en su memoria en la catedral.

SACRED TO THE MEMORY OF MAJOR GENERAL BARNARD FOORD BOWES. A BELOVED AND LAMENTED HUSBAND WHOSE VIRTUES ARE RECORDED IN THE HEARTS OF HIS SORROWING RELATIVES AND FRIENDS; HIS DEEDS OF VALOUR IN ARMS, ARE PERPETUATED ON A MONUMENT ERECTED IN THE CATHEDRAL CHURCH OF SAINT PAULS BY HIS GRATEFUL COUNTRY. AS A TRIBUTE OF RESPECT DUE TO HIS MERITORIUS ACTIONS; PLACING HIM AMONG THE FOREMOST IN THE LIST OF THOSE GALLANT HEROES. WHO HAVE BLED IN THE DEFENCE OF THEIR KING AND CONSTITUTION; HE FELL ON THE 23rd JUNE 1812; IN THE 43rd YEAR OF HIS AGE AFTER A LIFE DEVOTED TO THE SERVICE AND WHILE LEADING THE FORLORN HOPE TO THE ASAULT OF THE FORTRESS OF LA MERCED SALAMANCA SO SLEEP THE BRAVE. NOW SUNK TO REST BY ALL THEIR COUNTRY’S WISHES BLEST .

Actas del Congreso Internacional e interdisciplinar evocativo da Guerra Peninsular


Congreso celebrado en Lisboa a finales del año 2007 y cuyas actas se han publicado recientemente.

Mi aportación fue una ponencia titulada "Salamanca 1807-1813. Ciudad ocupada y jaque a Portugal".

lunes, 23 de marzo de 2009

Visita del Regimiento británico "The King's Shropshire Light Infantry"


Entre el 22 y el 24 de abril próximos, el regimiento británico The King's Shropshire Light Infantry (KSLI) visitará los sitios históricos de la provincia de Salamanca relacionados con la Guerra de la Independencia o Peninsular War, como es conocido este conflicto en Gran Bretaña. Hace unos meses estuve haciendo un reconocimiento previo con el general y su asistente y creo que lo dejamos todo atado y bien atado. Nos esperan unos "duros" días de recorrido por los campos de batalla y de prolongadas cenas de hermandad, una de ellas en un bello salón del Colegio Arzobispo Fonseca de Salamanca y otra en el restaurante favorito del general del Regimiento: Casa Paca.

El día 22 de abril a las 17:00 depositaremos una corona de laurel junto a la placa dedicada al general Craufurd en la muralla de Ciudad Rodrigo.


El día 23 a las 9:30 haremos lo propio junto al medallón dedicado a Wellington en la Plaza Mayor de Salamanca.


El día 24 visitaremos el campo de batalla de Los Arapiles y su Aula de Interpretación.


En el grupo vendrán militares británicos de alta graduación, así que el KSLI ha contactado con los alcaldes de Ciudad Rodrigo y Salamanca. Confío en que los primeros ediles puedan pasarse a estrechar la mano de nuestros aliados pasados y presentes y unirse así al acto.


En la Batalla de Los Arapiles el teniente coronel británico George Ridout Bingham defendió valientemente la bandera de su regimiento, el 53º, una de las unidades que terminaron formando el KSLI. Esta es la portada del una edición moderna de sus cartas escritas durante la Guerra Peninsular y de sus memorias como guardián de Napoleón durante el exilio en Santa Elena.

Reliquias de oficiales británicos combatientes en Salamanca


Lo que los españoles conocen como "Guerra de la Independencia" para los británicos es la Peninsular War. Miles de ingleses, escoceses, galeses e irlandeses lucharon durante casi seis años, aliados con portugueses y españoles, contra las tropas napoleónicas en batallas como las de Talavera, Fuentes de Oñoro, Los Arapiles y Vitoria.

Aquí os enseño un par de botones de oficiales británicos. Se sabe que son de oficiales por la calidad del material con el que están fabricados y por el baño dorado o plata. Uno es del Regimiento 4th (King's Own Regiment) y el otro del 74th (Highland), ambos de Infantería de Línea.

El 4th tuvo un activo papel en la primera campaña británica, la que estuvo al mando de Sir John Moore (septiembre 1808-enero 1809), en el asalto a la fortaleza de Badajoz (6 de abril de 1812), en la batalla de Los Arapiles o de Salamanca (22 de julio de 1812), en la batalla de Vitoria (21 de junio de 1813), en el asalto a San Sebastián (31 de agosto de 1813).

El 1er Batallón del 74th desembarcó en Portugal el 5 de febrero de 1810 y se le destinó a formar parte de la brigada al mando del general Mackinnon, integrada en la 3ª División, comandada por el general Picton. La 3ª era una de las divisiones más combatibas del ejército de Lord Wellington, y por eso se la apodaba Fighting Division. Luchó duramente en Fuentes de Oñoro (5 de mayo de 1811) , Ciudad Rodrigo (19 de enero de 1812), Badajoz, Los Arapiles y Vitoria. Este regimiento tuvo el honor de marchar justo detrás de Lord Wellington cuando éste hizo su flamante entrada en Madrid el 12 de agosto de 1812, unos días después de su victoria en Los Arapiles (Salamanca).

Wellington entrando en Salamanca


Poco a poco os voy enseñando mi colección de grabados y otros objetos relacionados con la historia napoleónica.

Esta aguatinta muestra la entrada en Salamanca de Wellington el 17 de junio de 1812, un mes antes de que librara la famosa Batalla de Los Arapiles. El Lord va escoltado por el 14th Light Dragoons, aunque los uniformes de esta unidad no están representados de forma rigurosa. Los jinetes deberían portar casco Tarleton, y no el el Busby de pelo con la manga roja que llevan en el grabado y que les hace parecer más bien un regimiento de Húsares británicos. El dibujo y el grabado son de Wiliam Heath y la aguatinta de J. C. Stadler. Lo publicó en Londres la imprenta de T. Tegg en abril de 1818.

Wellington y Salamanca en el diario británico "The Times"


Estuvo por aquí mi buen amigo David Sharrock, ahora corresponsal del diario "The Times" en Irlanda del Norte, antes en España, y entre los dos nos hicimos un suplemento dedicado a la Guerra Peninsular. Esta es la parte dedicada a Salamanca.

Diorama de la Batalla de Los Arapiles


Ya han pasado varios meses desde que colocaramos en el Aula de Interpretación de la Batalla de Los Arapiles el diorama que representa los combates librados el 22 de julio de 1812 a las afueras de Salamanca. Contiene 5.200 figuras, mide 400 x 200 cm y ha sido construido por Fantassin Miniaturas (www.warmodelling.com) con asesoramiento histórico del menda. No está mal, aunque en la realidad hubiera unos 100.000 combatientes entre ambos bandos y no haya sido posible reproducir el terreno a la escala correspondiente a los 15 mm que mide cada figurita. Si se hubiera querido hacer verdaderamente a escala, el diorama ocuparía lo que un campo de fútbol. Es digno de ver, podéis creerme.

www.guerrasnapoleonicas.blogspot.com


Un nuevo Blog donde podremos aprender todo lo referente al armamento de las Guerras Napoleónicas a la vez que admiramos una excelente colección producto de la pasión y del conocimiento, no del oportunismo propio de los que aprovechan la ocasión del Bicentenario de la Guerra de la Independencia para hacerse un hueco entre los prohombres de su pueblo.

Se cumplen doscientos años de uno de los episodios más apasionantes de la historia de España. Cara a los Bicentenarios se necesita contar con personas que conozcan el tema, sepan comunicar y sean conscientes de su dimensión internacional pasada y presente.


lunes, 16 de marzo de 2009

"Los Chicos Santos"



Esta vez mi amigo Thomas, que está organizando un museo en Ascain (Francia) con piezas encontradas en los campos de batalla de los Pirineos, me deleita con el envío de una placa de del regimiento 9º británico (The East Norkfold Regiment of Foot). Como ya sabéis, las mismas tropas anglo-portuguesas-españolas que combatieron en Los Arapiles derrotaron a las tropas napoleónicas en la batalla de Vitoria (21 de junio de 1813) y terminaron invadiendo Francia, forzando la abdicación de Napoleón, que también veía como los rusos, prusianos y austriacos cruzaban la frontera norte francesa.

Los soldados del regimiento 9º eran especialmente afortunados, ya que los curas y la católica gente de los pueblos de Salamanca confundían el emblema de Britania que llevaban en sus correajes con la Virgen María y los agasajaban más que al resto de regimientos, que se suponía eran de religión protestante y no merecían tales atenciones. De hecho, el apodo que le daban el resto de las unidades británicas a los del 9º era "The Holy Boys" (los Chicos Santos).

domingo, 15 de marzo de 2009

Reportaje de "La Gaceta" sobre turismo napoleónico en Salamanca

El diario salmantino "La Gaceta" de hoy domingo 15 de marzo incluye un reportaje de tres páginas de EÑE/CASAMAR titulado El inolvidable camino de la gran victoria.

Localidades de la provincia como Ciudad Rodrigo, Fuentes de Oñoro o Arapiles están trabajando para conmemorar el bicentenario de los actos de la Guerra de la Independencia en los que fueron protagonistas y explotar así el turismo napoleónico en la región, hasta ahora poco conocido.

Espero poder colocarlo mañana en el Blog, pero, si estáis interesados, todavía podéis haceros con un ejemplar de este periódico. Este reportaje me parece una buena iniciativa y un mejor trabajo, pero mucho me temo que todavía hay un largo camino que recorrer para poder realmente crear un producto turístico y cultural "napoleónico" para la provincia de Salamanca.
No podemos quedarnos en la conmemoración o en la mera subvención de esta u otra iniciativa, el recorrido ha de ser necesariamente más largo.

viernes, 13 de marzo de 2009

Dudas sobre los restos de Don Julián Sánchez "El Charro"


En el diario "Tribuna de Salamanca" de hoy, en la sección "Del Yeltes al Huebra", el periodista Paco Cañamero pone en duda que los restos del guerrillero salmantino Julián Sánchez "El Charro", que se trasladaron en 1980 de la localidad segoviana de Etreros a Ciudad Rodrigo, pertenezcan realmente a este personaje. A mí en el fondo me da igual que sean o no los verdaderos restos del Brigadier, por lo que a mí respecta no tiene importancia: un cadáver es un cadáver y todos sirven para lo mismo.

Por otro lado, no entiendo muy bien es cuál es el objetivo que persigue el artículo. ¿No hubiera sido mejor que el citado periodista se entrevistara con Don Salvador Llopis? El antiguo Cronista de la ciudad de Salamanca y responsable del traslado de los restos, a pesar de su avanzadísima edad y de las dificultades que tiene para hablar, mantiene una mente perfectamente lúcida. Yo he escuchado cómo fue la historia del traslado de los restos de Don Julián de sus propios labios y mereció mucho la pena. Creo que hubiera sido una muestra de respeto hacia una persona que, trajera los verdaderos restos de Don Julián o no -y lo mismo mete la pata Cañamero en este aspecto- por lo menos estuvo muchos años trabajando en cuestiones relacionadas con la Guerra de la Independencia en la provincia de Salamanca.

Os dejo con el artículo de Paco Cañamero y con un retrato que el genial ilustrador Dionisio Álvarez Cueto le hizo al Brigadier basándose en otro retrato atribuido a Zacarías González Velázquez y fechado en torno a 1812:

Cuando el viajero llegó a Etreros en una luminosa mañana invernal, la impresión lo embargó al pisar aquellos parajes castellanos, pero sobre todo al contemplar los caminos que delimitan las besanas. Los mismos por donde Julian Sánchez ‘El Charro’ paseaba su tristeza cuando fue desterrado a esa pedanía por Fernando VII. El nefasto monarca que llamaron ‘El Deseado’ y pasó a la historia como el peor rey de la historia, pero sobre todo en un traidor de su patria y de su linaje.

Esa mañana, en Etreros, las mujeres vestidas con el traje típico celebran la fiesta de las Águedas y procesionan a la santa alrededor de la iglesia, hasta que al finalizar los oficios, las notas de una jota surgen con tanta fuerza de la dulzaina que se puede escuchar en la vecina villa de Sangarcía (de la que Etreros es pedanía), un lugar que pasó a la historia por la fama de sus arrieros, quienes en la Edad Media compraban el trigo por Castilla para suministrar a la Corte.

A esas horas y bajo los sones de la dulzaina, al viajero le indican donde vive la señora Teresa, que así se llama la santera que custodia las llaves de la ermita del Santo Cristo de los Afligidos. Entonces sigue el camino y cuando llega a su casa, llama a la puerta. Entonces sale la señora y al explicarle el motivo de su visita, se nota que confía en el forastero porque enseguida le deja la llave. Entonces, éste se desplaza a la ermita, situada en las afueras, en un teso al lado del cementerio siguiendo el camino real, para visitar el lugar en el que fue enterrado ‘El Charro’ tras morir en ese lugar el 18 de octubre de 1932.

Chirría la cerradura, que pide a gritos que la engrasen con ‘tres en uno’ y hasta se teme no poder entrar, pero finalmente las puertas se abren para dar paso a un mundo de abandono, con fuerte olor a humedad, dominado por el tenebrismo y el misterio. Parecía que de cualquier rincón iba a salir el demonio con la horca, por lo que hubo que abrir las ventanas para que entrara la claridad y de paso observar con más detalle ese lugar ideado para dar miedo en el que Stephen King hubiera tenido el guión perfecto para una de sus novelas de miedo.

Superado el sobresaltado inicial, el forastero presencia el interior de la ermita hasta que al fondo, descubre una placa de piedra arenisca rotulada de letras rojas. A ella se dirige y embargado por la emoción lee: ‘En esa ermita y en sepultura llana sin inscripción alguna fue enterrado el 19 de octubre de 1832, el famoso guerrillero salmantino de la Guerra de la Independencia don Julián Sánchez ‘El Charro’, brigadier de los reales ejércitos españoles, siendo exhumados el 2 de febrero de 1980 por el Excelentísimo Ayuntamiento de Salamanca.

En Etreros, la gente apenas muestra interés porque El Charro residiera y muriera en su pueblo. Ellos, lo que más recuerdan es la expectación vivida la mañana que exhumaron sus restos con el pueblo entero presenciando los trabajos a la puerta de la ermita. Aquel día, mientras los trabajadores del Ayuntamiento de Salamanca abrían las tumbas sin encontrar rastro del Charro, la desolación se hacía presente en la representación salmantina que encabezaba el locutor Antonio Sandoval (quien llevó a cabo una campaña en el programa Nuestros pueblos, que dirigió con gran éxito durante muchos años en Radio Popular, para recuperar los restos), el historiador Salvador Llopis y el concejal Luis Calvo Rengel.

Esa mañana, ya cerca del mediodía el desánimo se apoderó de la expedición salmantina y cuando estaban a punto de desistir los trabajos, sobre todo al tener constancia que años antes alguien había abierto la tumba apareció un esqueleto calzado con botas de montar y con resto de barba. Entonces como dieron por bueno que se trataba del célebre guerrillero de Muñoz
Pero, como decía un lugareño sentado a la solana, los restos que se trajeron eran de un hombre alto y esbelto de barba rubia y precisamente, los salmantinos de aquella época eran más bien bajitos, algo chaparros y, en la mayoría, muy morenos, como don Julián.

Sable de Caballería Ligera británica modelo 1796


Hoy me apetece enseñaros esta soberbia y temida arma: el sable de Caballería Ligera Británica modelo 1796. Esta pieza en concreto pertenece a la impresionante colección de armas blancas y de fuego de época napoleónica propiedad de un muy buen amigo mío. Desde luego, no es ésta, ni mucho menos, la pieza más destacada de su colección, que incluye sables de generales y de unidades tan míticas como los Mamelucos de la Guardia Imperial. Pero sí es mi arma favorita de la época napoleónica.
Esta arma fue iseñada para el ejército británico por el general John Gaspard Le Marchant, que murió en combate el 22 de julio de 1812 en la Batalla de Los Arapiles o de Salamanca. Se trataba de un sable muy manejable y que causaba heridas muy graves, circunstancia esta última que provovó que se hicieran quejas oficiales por parte del bando francés.
Si queréis ver todas las prestaciones y el perfecto equilibrio del diseño de esta arma, os recomiendo conectar este video:

http://www.youtube.com/watch?v=5_mCNoqqK0k

jueves, 12 de marzo de 2009

Las huellas de la Guerra de la Independencia


Hace ya algún tiempo el periódico "DGratis" de Salamanca publicó este artículo con las informaciones que les facilité sobre las huellas dejadas por la Guerra de la Independencia en la ciudad de Salamanca. Aquí os lo dejo, a ver si os agrada.

Los Desastres de la Guerra, de Goya



Hoy entro en el Blog para dar una estupenda noticia: vamos a poder ver en Salamanca las aguafuertes originales de la serie "Los Desastres de la Guerra" de Goya. La exposición se inaugura hoy jueves 12 de marzo a las 19:30 en la Sala de Exposiciones de Santo Domingo de la Cruz (C/ Arroyo de Santo Domingo s/n) y acaba el 19 de abril. Organizada por Ibercaja y la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura.

Horario
De martes a viernes de 17 a 21 horas
Sábados, domingos y festivos, de 12 a 14 y de 17 a 21 horas

Os dejo un capítulo incluido en mi libro
Los Guerrilleros, la pesadilla española de Napoleón y dedicado a esta serie:

A los sesenta años de edad, Francisco de Goya y Lucientes iba a ser testigo presencial de una de las guerras más cruentas de la historia de España. En un tiempo en el que no existían los reporteros de guerra, Goya se convirtió en el hombre que mejor plasmó los horrores de la lucha, sus nefastas consecuencias y, lo que es aún peor, la muerte de la esperanza.

Es posible que la serie de grabados englobados bajo el título de Desastres de la Guerra tenga su origen en lo acontecido durante el primer sitio de Zaragoza, pues el pintor se vería inmerso en el mismo escenario de la contienda, en contacto directo con la realidad de una ciudad devastada. Pero aunque este hecho inspirara buena parte de las estampas producidas por el genio, sus viajes por unas tierras que padecían una guerra total y la visión de los horrores más infames (guerrilleros ahorcados al borde de un camino, soldados franceses descuartizados, mujeres violadas y acuchilladas), producirían el impulso necesario para grabar el resto de las escabrosas escenas con las que Goya da testimonio del paso de los ejércitos de Napoleón por España y de la decidida resistencia de un pueblo enloquecido por la barbarie.

Lejos están las aguafuertes de Goya de los cuadros de los pintores franceses que ensalzaron las glorias de Napoleón. En los Desastres no hay héroes ni hazañas, ni tampoco estampas de grandiosas victorias. "Los Desastres" son la mejor muestra de que la Guerra de la Independencia española fue totalmente distinta a las otras guerras que el Emperador de los franceses libraba en el continente europeo: los grabados reflejan el fanatismo, la crueldad, la injusticia y los vicios que engendraron el terror, el hambre y la muerte. No hay soldados vestidos con flamantes uniformes, es el pueblo en armas y pasado por las armas, el testimonio fiel de los efectos devastadores del levantamiento y la lucha popular.

La serie de aguafuertes de "Los Desastres de la Guerra" se ha dividido tradicionalmente en una estampa introductoria, cuarenta y seis dedicadas a los horrores de la guerra, diecisiete con escenas del hambre en Madrid y, por último, dieciséis estampas alegóricas tituladas “Caprichos Enfáticos”.

La primera estampa, titulada “Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer”, muestra una figura arrodillada y suplicante, símbolo de una guerra que la población civil sufrirá con todas las consecuencias. Las escenas dedicadas a los horrores de la guerra son las más desgarradoras. Goya no se refiere a sucesos históricos concretos ni retrata personajes reconocibles sino que convierte en protagonistas a la masa anónima de soldados franceses, guerrilleros españoles y el pueblo víctima de las barbaridades cometidas por unos y por otros. Es la primera vez que un artista nos ofrece un primer plano de la brutal realidad de la guerra. No existe la distancia que ennoblecía las batallas y las convertía en episodios heroicos del devenir histórico. La guerra se desnuda de cualquier elemento ennoblecedor y nos muestra su verdadera cara. Es el marco propicio para dar rienda suelta a los más bajos instintos humanos: la rapiña, la violación, la tortura y el asesinato. Como resultado, montones de cadáveres, algunos empalados y mutilados.

Las diecisiete escenas de Madrid nos muestran la espantosa hambruna sufrida por la capital durante los años 1811 y 1812. Hambruna acrecentada por el bloqueo que los guerrilleros ejercían sobre la ciudad, impidiendo la llegada de suministros y causando más penuria a sus propios compatriotas. Goya se convierte así en el mejor testimonio de la lucha guerrillera entre los años 1808 y 1814 en España, la cual, tuvo poco que ver con una lucha de héroes contra villanos; fue más bien una orgía de sangre y destrucción en la que, a veces, lo que menos contaba eran los honorables principios de defensa de la patria invadida.


viernes, 6 de marzo de 2009

La Batalla de Vitoria 1813. El Fin de la Aventura



Emilio Larreina, quien más sabe sobre la batalla de Vitoria, acaba de publicar con la editorial Almena
La Batalla de Vitoria 1813. El Fin de la Aventura. Muy recomendable, os lo aseguro, conozco a Emilio y su estupendo trabajo de muchos años.

http://www.libreria-almena.com

Recreación Histórica en el Bicentenario del Sitio de Zaragoza

Bueno, esta mañana os dejo un enlace donde podréis ver una galería de fotos de la recreación histórica que se ha hecho conmemorando el Bicentenario del Sitio de Zaragoza.

http://fotojuliosoria.blogspot.com/search/label/El%20rinc%C3%B3n%20regional

jueves, 5 de marzo de 2009

Libro sobre la Batalla de Espinosa de los Monteros

Mis buenos amigos de www.batalladeespinosa.info me han enviado el libro La batalla de Espinosa de los Monteros Memorias de D. Nicolás Barquín Arana, Abad de Pechón. Con este nombre es conocido en Espinosa un manuscrito realizado alrededor de 1845 por D. Nicolás Barquín Arana, natural de la Villa y que con el transcurso de los años obtuvo la dicha dignidad eclesiástica de Abad en la villa de Pechón (Cantabria).

Dicho D. Nicolás, en unas “memorias que sirvan a la posteridad”, como indican en su primer folio, hace un recorrido por la historia de la Villa y sus habitantes, siendo de gran interés la parte central del escrito, dedicado a lo sucedido en España, la provincia de Burgos y, fundamentalmente, durante los terribles días de la batalla de Espinosa, que vivió en primera persona desde su casa en el centro de la localidad.

El manuscrito ha sido amablemente puesto a disposición de los historiadores por su propietaria, Dª Mª del Socorro Samperio, guardiana celosa de su integridad durante muchos años.En dichas memorias se aportan interesantes datos históricos sobre las unidades presentes, desarrollo de la batalla, personajes históricos con los que convivió ( una parte del estado mayor español se alojó en su casa)... Pero, quizá, lo más impactante es la minuciosa descripción de la ocupación de la Villa por los franceses y sus consecuencias. Bajo mi modesto punto de vista es un relato bastante objetivo de la situación, no sigue la línea de demonización del enemigo tan recurrente en la historiografía de la época, pues considera que había buena y mala gente en los dos bandos. Un documento muy interesante y una splo de aire fresco entre tantos libros de historia general de la Guerra de la Independencia que se están publicando con el dichoso Bicentenario.

La Salamanca de Lord Wellington

¿Y si vendiéramos Salamanca en el mercado turistico británico como "La Salamanca de Lord Wellington"? Este famoso personaje venció al mariscal Marmont en Los Arapiles, al mismísimo Napoleón en Waterloo y es el único extranjero que figura en los medallones de la Plaza Mayor de Salamanca.

Este grabado está hecho sobre el retrato que el teniente británico William Dowman le hizo al Lord durante el cerco de Badajoz de 1811. Dowman perdió un brazo rechazando una salida de las tropas francesas de la guarnición de Badajoz y murió el 4 de junio de 1811 a resultas de sus heridas.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Un grabado que no conocía hasta hoy

The Duke of Wellington & his staff crossing the Bidossoa and entering France 1813. Rigaud/Dubourg. Aguatinta, London, 1818.

Una de las cuarenta aguatintas que contiene el libro Historic, Military, and Naval Anecdotes, of personal valour, bravery, and particular incidents which occurred to the armies of Great Britain and her allies, in the last long-contested war, terminating with the Battle of Waterloo publicado por Edward Orme y cuya primera edición es de 1819.

Reliquias de batalla IV

Es curioso, apenas termino de escribir sobre la placa de chacó del regimiento 61º británico que me envían de Canadá, cuando me llega un correo mostrándome otra placa de chacó británica encontrada en los Pirineos, en este caso del regimiento 11º. Y, ¿sabéis que pasa? Que ambas son del modelo de 1812, el que antes dije que era bastante improbable que se empleara en la batalla de Los Arapiles (22 de julio de 1812). Pues parece que ese modelo de placas sí que se empleó en la Península, quizá las entregaron para la campaña de 1813, lo que explica que se hallen en los Pirineos. O quizá se emplearon en la campaña de 1812, también es posible.
Pero lo mejor del todo es que,en la batalla de Los Arapiles, los regimientos 11º y 61º estaban integrados en la misma brigada junto al regimiento 53º: la Brigada Hulse de la Sexta División. ¡Menuda casualidad!

domingo, 1 de marzo de 2009

Reliquias de batalla III

Este magnífico ejemplar de placa de pecho de infantería británica lo encontraron ayer en los Pirineos. Probablemente en el lugar donde este regimiento atacó tres reductos franceses tras cruzar el río Nivelle, sufriendo en esta acción un gran número de bajas.

El 20 de junio de 1812 el 68th (Durnham Light Infantry) se distinguió rechazando el ataque de una gran fuerza francesa en unas alturas que dominan el pueblo de Moriscos (a unos pocos kilómetros al norte de Salamanca). En este combate el capitán Mackay recibió veintidós heridas de bayoneta y varios culatazos de fusil. El 68th tomó parte en la Batalla de Los Arapiles participando en las escaramuzas que se produjeron en la zona de la Ermita de Nuestra Señora de la Peña (Calvarrasa de Arriba). El 12 de agosto entró con el resto del ejército de Wellington en Madrid, donde el regimento se hizo con zapatos, camisas y calcetines nuevos, que habían dejado abandonados los franceses. Se dice que los hombres del 68th se comieron los peces de colores que había en el estanque de El Retiro.