miércoles, 21 de octubre de 2009

Excursión campamentos del Duero y campaña de Salamanca


Como ya habíamos anunciado, el próximo sábado 24 de octubre los amigos de este Blog nos vamos de excursión a conocer los lugares de acampada de los ejércitos francés y aliado en la primera quincena de julio de 1812 y las operaciones más relevantes de la campaña de Salamanca, llevadas a a cabo entre los ríos Duero y Tormes, y que culminaron en la Batalla de Los Arapiles el 22 de julio de 1812.

Hemos quedado en la localidad de Rueda a eso las 10 de la mañana. Al llegar allí nos llamamos para decir dónde nos vemos exactamente.

Desde Salamanca vamos José Marcos, Tomás Hijo y yo con mi vehículo o con el de Tomás, ya lo hablaremos entre nosotros.

Desde Madrid vendrán José y Miguel Ángel, que recogerán en la estación de Medina del Campo a un nuevo amigo cuyo nombre todavía no conozco.

Es decir, 6 personas, esperamos a ver si Jorge puede venir desde Segovia, por eso de que estemos presentes todos los participantes en la primera excursión.

¿Alguien más viene? No más de diez, eso sí, sino se hace muy engorroso lo de ir con más de dos coches.

¿Quién se encarga de reservar para comer en Toro en un sitio del que tenga referencias a eso de las 14:00? Yo creo que unos 25 euros o así para comer sería el límite por arriba, salvo que opinéis otra cosa.

El guía en esta ocasión será Miguel Ángel García, y yo prometo contaros una historia muy interesante sobre el hallazgo de unos objetos en las obras de reforma de una casa en Ciudad Rodrigo. Esto todavía no lo puedo desvelar en el Blog, ya que estoy ayudando a un amigo con un artículo al respecto y no debo chafarle el trabajo.

El recorrido propuesto es:

- Rueda, nuestro punto de encuentro y cuartel general de Wellington.
- Tordesillas y su puente, por donde el ejército francés flanqueó la posición aliada para terminar poniendo a Wellington en verdaderos aprietos.
- Campamento francés en el término de Torrecilla de la Abadesa, frente al vado de Pollos.
- Toro, un buen sitio para comer.
- Castronuño, desde cuyo mirador sobre el Duero podremos ver todo el despliegue francés en esos quince primeros días de julio de 1812.
- Castrejón, lugar donde se libró un combate en el que Wellington por poco termina prisionero de los franceses.

Los libros que hay que tener en la mesilla de noche esta semana son, sin duda:

1812 Wellington en Valladolid, de Miguel Ángel García García, el promotor y guía de esta excursión.

The Salamanca Campaign 1812, del capitán A. H. Marindin, que contiene 14 mapas de lo más ilustrativo sobre esta campaña.



7 comentarios:

  1. Ya estoy buscando un sitio para comer en Toro, solo tenemos que esperar a que el tiempo sea bueno.

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  2. Definitivamente, y muy a mi pesar, yo no pdré acompañaros en esta ocasión. Ya contaréis por estos lares qué tal os fue por el Duero, y nos daréis envidia a los que no hayamos asistido.

    Saludos a todos.

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  3. Deseo tengais todos un buen dia....haber si algun dia puedo yo escaparme desde Barakaldo para acompañaros.
    Un saludo a todos.
    Felipe

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  4. Estupendo día, nunca había llegado hacer la ruta entera y fue muy interesante. La oportunidad de subir a San Antolín y contemplar la vista que pudo tener Marmont de todas las posiciones aliadas ya valió el día. Eso sí llegué agotado. Hay que empezar a pensar en el siguiente destino.

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  5. Mucha agua había pasado bajo los puentes del Duero que hemos visitado en esta excursión sin que yo hubiera caído nunca en la cuenta de la auténtica dimensión que alcanzaron las operaciones militares desplegadas por los ejércitos de Wellington y Marmont en aquellos contornos.
    Ha sido asombroso comprobar que muchos de esos parajes permanecen prácticamente intactos. Algunos son bellísimos. Caminar por ellos armado con una cámara fotográfica es imprescindible. La panorámica que se divisa desde Castronuño es un claro ejemplo. Se diría que el tiempo está allí detenido y que los soldados pudieran estar todavía acampados al abrigo de aquellos bosques, pendientes de iniciar la próxima maniobra contra el enemigo.
    Coincido en que la vista desde lo alto de la iglesia de San Antolín en Tordesillas es digna de reseña. Resentirme de mi antiguo esguince de tobillo al subir la antigua, larga y empinada escalera de caracol de su torre no me impidió luego disfrutar, desde lo más y por todo lo alto, de la misma panorámica que debieron otear los mandos franceses hace 197 años vigilando los movimientos del ejército de Wellington al otro lado del río.
    Toda una sensación fue pisar la misma finca en Castrejón de Trabancos en la que la vida de Wellington, con su espada en ristre, corrió serio peligro al ser rodeado por la caballería francesa.
    Ya no quedan molinos funcionando en el Duero, pero nosotros decidimos comulgar con sus ruedas en Torrecilla de la Abadesa, respirando el más puro aire de la historia bajo los mismos pinos que en su día cobijaron a los militares franceses mientras vivaqueaban a su sombra.
    Aún a riesgo de despistarnos, como Marmont lo hizo con Wellington en aquella histórica noche con la maniobra ficticia del paso del ejército francés por el puente de Toro, permitimos que la noche nos envolviera en el regreso a casa, siendo la constatación de que aprovechamos nuestro día de excursión al máximo.
    Hacer esta ruta como la hemos llevado a cabo es revivir en profundidad un capítulo singular de la Guerra de la Independencia.
    Si leer al respecto el interesante libro escrito por Miguel Angel García García "1812 Wellington en Valladolid" ya me supuso una satisfacción, un placer ha sido además rememorar sus páginas junto a su autor y los amigos de este blog en muchos de los lugares que se reflejan en ese libro.
    Así se escribe la historia; y así se disfruta de ella.

    José Marcos.

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  6. Que envidia dáis, ha sido una pena el no haber podido ir.
    Me alegro que lo hayáis pasado bien.
    Para la siguiente me apunto...

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  7. Para la próxima Ciudad Rodrigo y Fuentes de Oñoro. ¿Qué os parece?

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