sábado, 10 de octubre de 2009

Desde el cementerio de Calvarrasa de Arriba


El cementerio del pueblo de Calvarrasa de Arriba es un pequeño recinto enclavado junto a la carretera que lleva a Arapiles. Desde allí hay una magnífica vista del Arapil Chico (derecha de la foto) y del Arapil Grande (izquierda).
En ese camposanto donde hace tiempo reposan los restos de mis abuelos, hoy, 10 de octubre de 2009, me he separado de lo poco que la enfermedad, la agonía y la incineración han dejado del cuerpo del hombre que me trajo a la vida. Pero tengo la certeza absoluta de que el espíritu de mi padre ahora es libre y se encuentra en paz, y así lo sentiré cada vez que camine por los campos de Los Arapiles, cuya apasionante historia la oí por primera vez por boca del hijo de unos campesinos que pasaron gran parte de su vida trabajando de sol a sol en esos mismos campos.

3 comentarios:

  1. Aunque no le conocía, estoy seguro que fue un gran hombre y siento sincéramente su pérdida. Te acompaño en el sentimiento.

    Aqui estamos para lo que necesites.

    Un abrazo.

    Jorge.

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  2. Miguel Angel:
    Mis más sinceras condolencias. Cuenta conmigo y con ALKAID en este año tan lleno de dolor para tí
    Un abrazo
    Rafa

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  3. Miguel, seguro que tu padre, de una manera mucho más sutil que cuando eras niño, ya te tiene preparadas nuevas balas de fusil de avancarga, no fabricadas esta vez con plomo, sino con paz, para depositarlas de manera insospechada en tu espíritu, siempre con el propósito de que te sigas apegando a esta gran batalla llamada vida, para hacértela más soportable, digna, plena y, por qué no, divertida.

    Un abrazo.

    José Marcos.

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