La presencia alemana en la batalla de Salamanca y en la acción de Garcihernández se explica por un hecho lejano en el tiempo. En 1803, Hannover fue invadido por los franceses, y muchos de los miembros de sus ejército se exiliaron a Gran Bretaña para formar una unidad al servicio del rey inglés, Jorge III, que además era la cabeza de la casa de Hannover, y poder así continuar su lucha contra Napoleón. Este es el origen de lo que se terminó convirtiendo en un ejército en miniatura que se denominaría King’s German Legion (Legión Alemana del Rey), cuyas unidades de caballería pesada entrarían a formar parte de la leyenda de las guerras napoleónicas tras la carga que se produjo en Garcihernández el 23 de julio, cuando los Dragones de la KGL alcanzaban a la infantería francesa en retirada.
Otra formación de origen alemán que combatió bajo el mando de Wellington fue el llamado Brunswick Oels Corps, también conocida por el título de Black Legion debido al color negruzco de sus uniformes. La familia real de Brunswick tenía parentesco con la familia real británica y, por ello, tropas procedentes de este ducado alemán habían formado parte del contingente extranjero del ejército británico desde hacía años. El duque Friedrich Wilhelm (1771-1815), sobrino de Jorge III, que había perdido Brunswick tras la invasión napoleónica, formó en 1809 la Legión de Brunswick, la cual puso al servicio de Austria. Una vez que Austria fue derrotada ese mismo año, el duque marchó a Westfalia donde, al no encontrar los ánimos dispuestos para un levantamiento contra Napoleón, se abrió paso hacia la costa. Allí fue evacuado por una flota británica para ponerse finalmente al servicio de su tío.
En la lámina de la izquierda se representa a un soldado de infantería de línea (casaca roja), un soldado de infantería ligera (casaca verde) y un jinete del 3º de Húsares, todos ellos de la Legión Alemana del Rey.
En la lámina de la derecha podéis ver un Dragón de la KGL.
Garcihernández es un hecho de armas muy glorificado por los británicos ya que significó la toruta de unos cuadros de infantería. Influidos por por el comportamiento de sus cuadros en Waterloo, los británicos tienden a pensar que "todos" los cuadros de infantería eran capaces de resistir a la caballería. No obstante, hay multitud de ejmplos, tanto en España como en Centroeuropa de lo contrario.... eso sí no están implicadas tropas británicas.
ResponderEliminarAmigo Rafa, no te falta algo de razón, puesto que, por ejemplo, en la Batalla de Alba de Tormes los cuadros de infantería española resistieron bravamente las cargas de la caballería de Kellerman.
ResponderEliminarPero yo no me preocuparía tanto porque los británicos hayan glorificado sus victorias, no es nada raro, cada país, como cada uno en su casa, glorifica y protege lo suyo. Lo raro es que en doscientos años se haya hablado tan poco de esos cuadros de infantería española en la Batalla de Alba de Tormes. De hecho, estamos a apenas dos meses del bicentenario de esa Batalla y no tengo noticias de que se vaya a desarrollar ninguna actividad al respecto.
A mí me gusta el episodio de Garcihernández y recordar la experiencia vivida por las dos partes involucradas en el combate, me da igual que se trate de franceses, españoles, británicos, alemanes hannoverianos o chinos, y gozar viendo un óleo sobre el episodio...
Estáis todos invitados a venir conmigo un día a Garcihernández y que os cuente lo que pasó allí ese 23 de julio de 1812, es un paraje muy atractivo donde se puede ubicar todo lo que pasó perfectamente. Sin glorificaciones, simplemente contando lo que vivieron seres humanos como nosotros que vivieron un tiempo tan distinto del nuestro.
No obstante, os confieso que me encantan las "glorificaciones" británicas, aunque solo sea porque gracias a ellas podemos llegar a conocer un montón de cosas interesantes de esa época.
Ojalá en España diéramos la misma importancia a este tipo de hechos que la que les dan los británicos.
ResponderEliminarLo que no es normal es que, por ejemplo, el otro día en el campo de batalla de Arapiles nos cruzáramos con más británicos que españoles. Creo que eso significa que no valoramos mucho la historia.
Amigo Jorge, buena puntualización en cuanto a los británicos que nos encontramos el otro día. Si los ingleses tuvieran la suerte de contar con campos de batalla napoleónicos como los que tenemos en España los conservarían como oro en paño, los promocionarían culturalmente y los explotarían turísticamente como hacen los belgas con Waterloo. Ya comentamos el otro día en Arapiles la sombra que se cierne en forma de molinos de viento sobre campos de batalla como Uclés o el mismísimo Garcihernández. Sobra sitio para levantar molinos en otros muchos lugares y, precisamente, tienen que ser estos hitóricos parajes los elegidos para sembrar nuevos parques eólicos. No sé si "Spain is diferent". De lo que sí estoy seguro es de que las autoridades españolas sí que son diferentes a la hora de no dar la importancia que merecen estos lugares.
ResponderEliminarJosé Marcos.