Hoy, 28 de noviembre de 2009, cumpliéndose el 200º aniversario de la Batalla de Alba de Tormes, consulto la prensa local para ver si a alguien le ha importado tal cosa. Con lo que me encuentro es que la localidad de Alba de Tormes es noticia en este día, pero no por la efeméride, sino porque la oposición política acusa al Ayuntamiento de nepotismo, por haber contratado a la mujer del teniente de alcalde para trabajar en la guardería del municipio. En fin, sin comentarios, no merece la pena.
Prefiero recordar este día con la lectura del poema dedicado al valor demostrado por la infantería española en esa trágica pero al mismo tiempo épica jornada del 28 de noviembre de 1809.
http://dl.dropbox.com/u/848435/Historia/poemadelabatalladealba.pdf
Prefiero recordar este día con la lectura del poema dedicado al valor demostrado por la infantería española en esa trágica pero al mismo tiempo épica jornada del 28 de noviembre de 1809.
http://dl.dropbox.com/u/848435/Historia/poemadelabatalladealba.pdf
Que no se preocupen. Si no han tenido bastante ración de olvido, dentro de sólo 3 años gozarán de una nueva oportunidad de rendir culto a la amnesia dando también la espalda al 200º aniversario de la gesta del Teniente Coronel Miranda quien, al frente de un pequeño grupo de soldados españoles, defendió heroicamente en noviembre de 1812 el castillo de Alba de Tormes del asedio de las tropas napoleónicas.
ResponderEliminarY si se quiere marcar un nuevo hito en lo que a olvidos se refiere, que nadie conmemore tampoco dentro de 14 años el 200º aniversario de las operaciones que en Alba de Tormes protagonizó uno de los grandes héroes de la Guerra de la Independencia, El Empecinado, quien 9 años después de terminada dicha guerra, hizo frente en 1823, al mando de tropas liberales, al ejército absolutista apoyado por los "Cien Mil Hijos de San Luis" del duque de Angulema. Aquel año El Empecinado une sus fuerzas a las de la Milicia Nacional de Salamanca, que dirigía el catedrático Barrio Ayuso, y vence a las tropas absolutistas que controlaban Alba de Tormes. Una vez ocupada la villa, El Empecinado cae enfermo, trasladándose a Tamames, desde donde controló las operaciones del comandante Porras, a quien había dejado al mando de la plaza, y que consiguió allí derrotar de nuevo a las tropas absolutistas que habían intentado recuperar Alba de Tormes.
Victorias parciales, como ésta del Empecinado en Alba, no sirvieron a posteriori para que a, nivel nacional, se derrotara a los absolutistas, pero sí deberían servir para que no se olvide y se homenajee cumplidamente a quienes lucharon hace dos siglos con el objetivo de que la sociedad española no se precipitara a tener que soportar ninguna invasión extranjera ni ninguna "ominosa década".
José Marcos.