En la foto estamos en Sahagún (León) donde Lord Paget, al mando del 10º y el 15º de Húsares británicos, en una marcha nocturna entre el 20 y el 21 de diciembre, sorprendió y derrotó a una fuerza de setecientos jinetes franceses.
martes, 31 de marzo de 2009
Tras los pasos de Sir John Moore
En la foto estamos en Sahagún (León) donde Lord Paget, al mando del 10º y el 15º de Húsares británicos, en una marcha nocturna entre el 20 y el 21 de diciembre, sorprendió y derrotó a una fuerza de setecientos jinetes franceses.
lunes, 30 de marzo de 2009
El combate de Morales de Toro
Y aparte de las cargas de caballería y los avances de la infantería que veo en mi imaginación, noto también el abandono, el despoblamiento y la falta de esperanza del campo castellano-leonés.
Y a menudo me pregunto si el turismo británico de campos de batalla, combinado con otros alicientes, podría ayudar a paliar algo esta triste situación. Ya hace años que dejé en las Bodegas Bajoz información sobre el combate de Morales de Toro y sobre la posibilidad de promocionar sus productos en el Reino Unido en conjunción con el asunto del turismo de campos de batalla. Nunca me llamó nadie para charlar al respecto. Yo sigo yendo con grupos de amigos británicos a ese pueblo para disfrutar de la historia y del excelente vino de Toro...
El 2 de junio de 1813, en el contexto de la última campaña de Wellington en España, en Morales de Toro, los Húsares británicos participaban en su primera acción desde la retirada hacia La Coruña cuatro años antes. Los regimientos 10.º, 15.º y 18.º de Húsares cargaron y dispersaron con grandes bajas al 16.º de Dragones francés. Este episodio lo vocearon los vendedores de periódicos en las calles de Londres y, un par de años después, el grabado que acompaña a esta entrada se veía en el escaparate de uno de los más famosos impresores de la ciudad.
Confiemos en que la próxima vez que Morales de Toro entre en la historia de Europa lo sea por un récord de ventas en botellas de vino.
domingo, 29 de marzo de 2009
Ruta del general Moore en Castilla y León
Por otro lado, la figura de Moore es, desde hace muchos años, parte del programa cultural y turístico de la ciudad de La Coruña. Además, Moore, a pesar de su leyenda y grandes méritos como militar, no deja de ser un personaje secundario frente a Lord Wellington.
En este enlace podéis ver como Moore es ya hace tiempo el personaje de La Coruña:
http://www.coruna.es/moore/
Si en La Coruña está enterrado Moore, en la Plaza Mayor de Salamanca hay un medallón dedicado a Lord Wellington, que siguió en varias ocasiones en sus campañas la ruta del Duero (con lo que eso supone de posibilidad para desarrollar un turismo enológico y de campos de batalla), que fracasó en el asedio de Burgos, que recibió el título de Duque de Ciudad Rodrigo... ¿Qué más puedo decir?
Esta es la noticia que aparece en el diario digital www.salamanca24horas.com:
Las Cortes debaten incluir el 'Itinerario de Moore' en las Grandes Rutas de la Comunidad
La Comisión de Cultura de las Cortes de Castilla y León debatirán este lunes, 31 de marzo, la proposición no de Ley presentada por el Grupo Socialista por la que se quiere incluir, dentro de las 'Grandes Rutas', un nuevo itinerario que recrearía la retirada de las tropas inglesas en dirección a La Coruña en la Guerra de la Independencia a través de las provincias de Salamanca, Zamora, Valladolid y León
La ruta comenzaría en Ciudad Rodrigo para seguir hacia La Coruña
La PNL, presentada por varios procuradores de León, Zamora, Salamanca y Valladolid, pretende inscribir la "dentro de los episodios relacionados con las campañas napoleónicas, un aspecto turístico en alza en Europa", según ha declarado el portavoz de Cultura y Turismo del Grupo del PSOE en las Cortes, José Martín Benito.
La propuesta será defendida por la procuradora berciana, Ángela Marqués. Precisamente fue el paso por El Bierzo, uno de los más duros que tuvo que afrontar el ejército británico en su retirada hacia La Coruña en enero de 1809.
Para la procuradora Marqués "este recorrido hilvana localidades de cuatro provincias de Castilla y León. Supone la creación de un nuevo recurso turístico que puede favorecer el aumento de la estancia media del viajero, índice que es necesario mejorar en nuestra Comunidad Autónoma". La procuradora recuerda que en el mes de febrero Castilla y León ha vuelto a ser la última Comunidad española en estancia media de viajeros: con un 1,71 frente a la media nacional de 2,80.
El itinerario recrearía el realizado por las tropas de Sir John Moore en 1808-1809
La propuesta se enmarca en la conmemoración del Bicentenario de la Guerra de la Independencia (1808-1814) y se pretende inscribir dentro de la denominación de las 'Grandes Rutas' que se promocionan en Castilla y León. El rasgo que distingue a estas rutas, recordó Martín Benito, es el "trascendente carácter histórico del personaje o del hecho que evocan", como en el caso de la Ruta del Cid, de Carlos V o en el Camino de la Lengua.
En concreto, se refiere al itinerario que siguió el ejército del general Sir John Moore, por tierras de Salamanca, Zamora, Valladolid y León en su retirada hasta La Coruña durante la Guerra de la Independencia en 1808 y 1809. Este terrible viaje, jalonado de muerte, destrucción y pillaje, se inicia en Ciudad Rodrigo en noviembre de 1808. El 12 de diciembre abandonan Salamanca siguiendo el Duero hacia Zamora; vadean el Duero por Tordesillas y se repliegan sobre Mayorga, llegando el 21 de diciembre a Sahagún. Desde aquí se dirige Sir John Moore hacia Benavente y prosigue su camino hacia Galicia pasando por Astorga. A la salida de esta ciudad se produce una división del ejército, ya que las tropas inglesas entran en la comarca berciana por Manzanal, mientras que las tropas españolas siguen el camino de Foncebadón que se hacía casi intransitable por la nieve.
En El Bierzo está documentada su presencia en Bembibre, Ponferrada, Cacabelos y continúa esta marcha por Villafranca y Herrerías buscando pasar el puerto de Piedrafita, camino de Lugo, para alcanzar su destino final fijado en el puerto de A Coruña, ciudad a la que llegan el 11 de enero de 1809 cuando aún no había arribado la escuadra que debería trasladarles a la seguridad de Inglaterra. Moore fue mortalmente herido por una bala de cañón en la batalla de Elviña, siendo enterrado a los pies de los muros de la ciudad gallega.
Campaña de promoción
También se propone realizar una campaña de promoción de dicha ruta que incluya como destinataria a la población del Reino Unido y diseñar una imagen corporativa para esta ruta, que identifique las poblaciones más importantes de este recorrido.
El recorrido hilvana localidades de cuatro provincias de Castilla y León. La nueva ruta turística propuesta, cuenta además con el atractivo, según el portavoz de Cultura, "de poder ser promocionada fácilmente en el extranjero, y es que tanto desde el Reino Unido como de Francia se apoyan todas las iniciativas que tengan que ver con su actuación en la Guerra de la Independencia".
Polémica sobre la Ruta de Napoleón en Castilla y León
Y, ¿quién es Wellington?, aparte del personaje que vemos representado en el grabado que acompaña a esta entrada:
- Un personaje de la historia universal tanto como Napoleón.
- Al que no se puede comparar con Hitler o alguien así.
- El vencedor de la Guerra Peninsular (Batallas, combates y asedios de Vimeiro, Talavera, Buçaco, Fuentes de Oñoro, Ciudad Rodrigo, Badajoz, Salamanca, Garcihernández, Morales de Toro, Vitoria...)
- El único extranjero que figura en los medallones de la Plaza Mayor de Salamanca.
- El Duque de Wellington y de Ciudad Rodrigo.
- El vencedor de Napoleón en Waterloo.
- Primer Ministro de Gran Bretaña.
- Da nombre a la capital más grande de toda Oceanía, donde hay lugares que se llaman Salamanca o Arapiles en recuerdo de lo acaecido por estas tierras.
Esta es la noticia:
El PP tacha de «broma pesada» proponer una ruta de Napoleón
Considera que sería un desprecio a «todo el rastro de sangre y destrucción que dejó»
Paco Santamaría I.M.L. / Aranda de Duero
La propuesta de creación de una ruta turística en torno a la figura de Napoleón Bonaparte y su paso por Castilla y León hecha pública la semana pasada por el grupo socialista en las Cortes regionales recibió todo tipo de calificativos negativos desde las filas del PP en la capital ribereña. Entre otras afirmaciones, la comparan con una «broma pesada» al intentar exaltar a «la personas más perjudicial para Aranda a lo largo de su historia» y, encima, con dinero público. Estas declaraciones las realizó el edil popular en el Consistorio de la capital ribereña, Máximo López, quien apuntó que «una ruta turística debe exaltar a nuestros propios héroes, no al tirano extranjero que vino a provocar toda esa destrucción». En su argumentación comparó la opinión que le merecía a su grupo esta iniciativa socialista con la que tendrían si «en Francia o de Polonia propusiese realizar una ruta turística dedicada a Adolf Hitler». López recordó que en la capital ribereña las tropas napoleónicas dejaron un rastro de destrucción, enumerando algunos de los desmanes del ejército: saqueo de las iglesias de Santa María y San Juan, destrucción del palacio episcopal (ubicado en los actuales Jardines de don Diego); incendios de los conventos del Sancti Spiritus y de San Francisco; destrucción de las ermitas de la Virgencilla, la de San Antonio Abad y San Sebastián y la techumbre de la de San Isidro, así como del convento femenino de San Antonio y saqueo y transformación en horno de pan del de las Bernardas; pérdida parcial del archivo municipal por un incendio y destrucción total de dos zonas arandinas: el arrabal de San Gregorio y del barrio Allendeduero. El edil popular aprovechó la ocasión para recordar la importancia de la Guerra de la Independencia y de los personajes que la Ribera aportó a esta época bélica, como Juan Martín ‘El Empecinado’ o Jerónimo Merino Cob, el cura Merino, entre otros muchos mientras que las tropas napoleónicas ajusticiaron a multitud de personas en Aranda, como al guerrillero José Causín, ahorcado en la plaza Mayor el 17 de septiembre de 1810. López instó a los procuradores socialistas a retirar «esta propuesta humillante para todos los españoles que lucharon contra este genocida» y recordó que el 10 de junio de 1813 fue «una fecha memorable para Aranda porque nuestra ciudad era liberada y eran expulsados los invasores», pidiendo a los parlamentarios socialistas en las Cortes regionales que no hagan volver a Napoleón con «una ruta de la infamia y la humillación».
viernes, 27 de marzo de 2009
La Ruta de Los Arapiles
Fosas comunes de La Grande Armée en Vilnius
Hallan una fosa común en Lituania que alberga restos de miles de soldados del Ejército napoleónico
VILNIUS
Expertos trabajan en uno de los hallazgos arqueológicos más excepcionales de la Historia: una fosa común en Vilnius, la capital de Lituania, que alberga restos de miles de soldados que perecieron durante la desastrosa retirada de las tropas napoleónicas de Moscú en 1812, según informa el diario 'The Guardian'.
El descubrimiento ofrece valiosísima información acerca de las condiciones y circunstancias de una de las operaciones militares más trágicas de la historia. Por ello, arqueólogos lituanos y expertos galos en ciencia forense están trabajando con los restos de unos 2.000 jóvenes soldados del Ejército francés, que murieron de frío, hambre y enfermedades durante la terrible campaña de Napoleón Bonaparte en Rusia.
"Es una oportunidad única para probar algunas claves históricas de la retirada", ha explicado el profesor Olivier Dutour, antropólogo de la Universidad de Marsella a cargo del proyecto de exhumación. "Estamos mirando directamente a la Historia".
Hallazgo por casualidad
La fosa fue descubierta hace un año durante los trabajos de instalación de líneas telefónicas en la ex base militar soviética de Vilnius. Los trabajadores encontraron pilas de huesos en un diámetro de 100 metros.
Al tratarse de una antigua zona del Ejército Rojo, en un principio se creyó que se trataba de los cadáveres de víctimas del genocidio nazi o estalinista. Sin embargo, fragmentos de botones, ropas y otros artefactos enseguida revelaron que se trataba de cadáveres de hace casi 200 años, cuando las tropas bonapartistas atravesaron Lituania huyendo de los rusos en diciembre de 1812.
“No todos los uniformes son franceses. También hay portugueses, italianos, suizos... Soldados de quizás veinte nacionalidades diferentes”, ha explicado Olivier Poupard, de la Embajada francesa en Vilnius.
Trabajos de exhumación
El frío del pasado invierno retrasó los trabajos de exhumación, pero en los últimos meses se han iniciado los trabajos sobre esta fosa que se cree que es la mayor de la era napoleónica hallada en Europa.
Ya han sido recuperados los cadáveres de unos 1.700 soldados, de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años. En total, hay unos 2.000 cuerpos enterrados en masa en la trinchera que los hombres de Napoleón construyeron en junio de 1812 para fortificar Vilnius, cuando el emperador francés se disponía a invadir Rusia.
El empeño de Napoleón por conquistar Rusia se topó con el frío invierno de esas tierras. Sólo sobrevivieron 50.000 de los 614.000 hombres que formaban parte de la campaña Ante esta situación, Napoleón decidió abandonar a sus hombres a su suerte, y huyó, escoltado por lituanos a los que proporcionó dos pistolas explicándoles que él, Napoleón, no podía ser capturado vivo.
Debate entre los historiadores
Durante años, los historiadores han estado divididos acerca de si el frío obligó realmente a la retirada o si se trató de una excusa de Napoleón para encubrir que la campaña en Rusia fue una soberana metedura de pata.
El professor Dutour ha explicado que el hallazgo refuerza la primera hipótesis. “Los resultados confirman que se registraron temperaturas extremas en este periodo. Napoleón afirmó que ordenó la retirada a causa del frío. Y está claro que algunos de los soldados llegaron a estar a 40 grados bajos cero antes de morir”.
Soldados españoles
Aunque las nacionalidades de los cuerpos no están claras, se cree que la fosa contiene restos de jóvenes reclutados por Napoleón en toda Europa, ente ellos españoles, lituanos, polacos, austriacos, alemanes y croatas.
Estos restos serán enterrados en el cementerio de Vilnius, tal vez el mes que viene, aunque decisiones políticas y diplomáticas podrían retrasarlo.
Los análisis de los esqueletos no sólo están proporcionando valiosa información histórica, sino también acerca de la alimentación, condiciones físicas y enfermedades que existían en el siglo XIX en toda Europa.
miércoles, 25 de marzo de 2009
El general Fournier-Sarlovéze
Joseph Conrad se basó en este personaje para dar vida al teniente Feraud en su relato "El Duelo". En 1977 Ridley Scott hizo la película "Los Duelistas", cuyo guión es una adaptación de este mismo relato que cuenta la historia de dos oficiales del ejército de Napoleón que se baten en una serie de duelos salvajes por honor. Todo comienza con un incidente de poca importancia, pero, poco a poco, se alimenta una rivalidad de proporciones insospechadas que termina enfrentando a ambos hombres a lo largo de quince años.
Ya os contaré más cosas de las andanzas del general Fournier por Salamanca, donde era conocido por los paisanos como "El Demonio".
Napoleón y la Locura Española
Me preguntaba horrorizado cómo habían podido llegar a traducir "El hijo podrido de la victoria" por "L'enfant chéri de la victoire" (el niño mimado de la victoria), el sobrenombre del mariscal que yo conocía. Menudo idiota, si uno lee el libro, se aprende que los soldados de Masséna le cambiaron el sobrenombre por el de "L'enfant pourri de la victoire" (el hijo podrido de la victoria) para dar cuenta de su amor por el saqueo y la rapiña. Yo lo desconocía, y la ignorancia y los prejuicios me hicieron juzgar precipitadamente el que es un muy buen trabajo de traducción por parte de Tomás Onaindia.
Me he leido el libro de una tirada y puedo decir que es muy recomendable y entretenido. Además, es una fórmula original para contar la guerra napoleónica en España, ya que se ha hecho desde la perspectiva de las biografías de ocho personajes del Imperio: Junot, Soult, Masséna, Dupont, José Bonaparte, Fournier-Sarlovèze, Hugo y Bugeaud. Me encantado la parte dedicada al general Fournier, ese húsar pendenciero e indisciplinado que tantas juergas se corrió por Salamanca y que estuvo al frente de una de las cargas principales en la batalla de Fuentes de Oñoro.
Más títulos interesantes en www.edaf.net
martes, 24 de marzo de 2009
Mausoleo del general Bowes
Actas del Congreso Internacional e interdisciplinar evocativo da Guerra Peninsular
lunes, 23 de marzo de 2009
Visita del Regimiento británico "The King's Shropshire Light Infantry"
El día 22 de abril a las 17:00 depositaremos una corona de laurel junto a la placa dedicada al general Craufurd en la muralla de Ciudad Rodrigo.
El día 23 a las 9:30 haremos lo propio junto al medallón dedicado a Wellington en la Plaza Mayor de Salamanca.
El día 24 visitaremos el campo de batalla de Los Arapiles y su Aula de Interpretación.
En el grupo vendrán militares británicos de alta graduación, así que el KSLI ha contactado con los alcaldes de Ciudad Rodrigo y Salamanca. Confío en que los primeros ediles puedan pasarse a estrechar la mano de nuestros aliados pasados y presentes y unirse así al acto.
En la Batalla de Los Arapiles el teniente coronel británico George Ridout Bingham defendió valientemente la bandera de su regimiento, el 53º, una de las unidades que terminaron formando el KSLI. Esta es la portada del una edición moderna de sus cartas escritas durante la Guerra Peninsular y de sus memorias como guardián de Napoleón durante el exilio en Santa Elena.
Reliquias de oficiales británicos combatientes en Salamanca
Aquí os enseño un par de botones de oficiales británicos. Se sabe que son de oficiales por la calidad del material con el que están fabricados y por el baño dorado o plata. Uno es del Regimiento 4th (King's Own Regiment) y el otro del 74th (Highland), ambos de Infantería de Línea.
El 4th tuvo un activo papel en la primera campaña británica, la que estuvo al mando de Sir John Moore (septiembre 1808-enero 1809), en el asalto a la fortaleza de Badajoz (6 de abril de 1812), en la batalla de Los Arapiles o de Salamanca (22 de julio de 1812), en la batalla de Vitoria (21 de junio de 1813), en el asalto a San Sebastián (31 de agosto de 1813).
El 1er Batallón del 74th desembarcó en Portugal el 5 de febrero de 1810 y se le destinó a formar parte de la brigada al mando del general Mackinnon, integrada en la 3ª División, comandada por el general Picton. La 3ª era una de las divisiones más combatibas del ejército de Lord Wellington, y por eso se la apodaba Fighting Division. Luchó duramente en Fuentes de Oñoro (5 de mayo de 1811) , Ciudad Rodrigo (19 de enero de 1812), Badajoz, Los Arapiles y Vitoria. Este regimiento tuvo el honor de marchar justo detrás de Lord Wellington cuando éste hizo su flamante entrada en Madrid el 12 de agosto de 1812, unos días después de su victoria en Los Arapiles (Salamanca).
Wellington entrando en Salamanca
Esta aguatinta muestra la entrada en Salamanca de Wellington el 17 de junio de 1812, un mes antes de que librara la famosa Batalla de Los Arapiles. El Lord va escoltado por el 14th Light Dragoons, aunque los uniformes de esta unidad no están representados de forma rigurosa. Los jinetes deberían portar casco Tarleton, y no el el Busby de pelo con la manga roja que llevan en el grabado y que les hace parecer más bien un regimiento de Húsares británicos. El dibujo y el grabado son de Wiliam Heath y la aguatinta de J. C. Stadler. Lo publicó en Londres la imprenta de T. Tegg en abril de 1818.
Wellington y Salamanca en el diario británico "The Times"
Diorama de la Batalla de Los Arapiles
www.guerrasnapoleonicas.blogspot.com
Se cumplen doscientos años de uno de los episodios más apasionantes de la historia de España. Cara a los Bicentenarios se necesita contar con personas que conozcan el tema, sepan comunicar y sean conscientes de su dimensión internacional pasada y presente.
lunes, 16 de marzo de 2009
"Los Chicos Santos"
Los soldados del regimiento 9º eran especialmente afortunados, ya que los curas y la católica gente de los pueblos de Salamanca confundían el emblema de Britania que llevaban en sus correajes con la Virgen María y los agasajaban más que al resto de regimientos, que se suponía eran de religión protestante y no merecían tales atenciones. De hecho, el apodo que le daban el resto de las unidades británicas a los del 9º era "The Holy Boys" (los Chicos Santos).
domingo, 15 de marzo de 2009
Reportaje de "La Gaceta" sobre turismo napoleónico en Salamanca
Localidades de la provincia como Ciudad Rodrigo, Fuentes de Oñoro o Arapiles están trabajando para conmemorar el bicentenario de los actos de la Guerra de la Independencia en los que fueron protagonistas y explotar así el turismo napoleónico en la región, hasta ahora poco conocido.
Espero poder colocarlo mañana en el Blog, pero, si estáis interesados, todavía podéis haceros con un ejemplar de este periódico. Este reportaje me parece una buena iniciativa y un mejor trabajo, pero mucho me temo que todavía hay un largo camino que recorrer para poder realmente crear un producto turístico y cultural "napoleónico" para la provincia de Salamanca. No podemos quedarnos en la conmemoración o en la mera subvención de esta u otra iniciativa, el recorrido ha de ser necesariamente más largo.
viernes, 13 de marzo de 2009
Dudas sobre los restos de Don Julián Sánchez "El Charro"
Por otro lado, no entiendo muy bien es cuál es el objetivo que persigue el artículo. ¿No hubiera sido mejor que el citado periodista se entrevistara con Don Salvador Llopis? El antiguo Cronista de la ciudad de Salamanca y responsable del traslado de los restos, a pesar de su avanzadísima edad y de las dificultades que tiene para hablar, mantiene una mente perfectamente lúcida. Yo he escuchado cómo fue la historia del traslado de los restos de Don Julián de sus propios labios y mereció mucho la pena. Creo que hubiera sido una muestra de respeto hacia una persona que, trajera los verdaderos restos de Don Julián o no -y lo mismo mete la pata Cañamero en este aspecto- por lo menos estuvo muchos años trabajando en cuestiones relacionadas con la Guerra de la Independencia en la provincia de Salamanca.
Os dejo con el artículo de Paco Cañamero y con un retrato que el genial ilustrador Dionisio Álvarez Cueto le hizo al Brigadier basándose en otro retrato atribuido a Zacarías González Velázquez y fechado en torno a 1812:
Cuando el viajero llegó a Etreros en una luminosa mañana invernal, la impresión lo embargó al pisar aquellos parajes castellanos, pero sobre todo al contemplar los caminos que delimitan las besanas. Los mismos por donde Julian Sánchez ‘El Charro’ paseaba su tristeza cuando fue desterrado a esa pedanía por Fernando VII. El nefasto monarca que llamaron ‘El Deseado’ y pasó a la historia como el peor rey de la historia, pero sobre todo en un traidor de su patria y de su linaje.
Esa mañana, en Etreros, las mujeres vestidas con el traje típico celebran la fiesta de las Águedas y procesionan a la santa alrededor de la iglesia, hasta que al finalizar los oficios, las notas de una jota surgen con tanta fuerza de la dulzaina que se puede escuchar en la vecina villa de Sangarcía (de la que Etreros es pedanía), un lugar que pasó a la historia por la fama de sus arrieros, quienes en la Edad Media compraban el trigo por Castilla para suministrar a la Corte.
A esas horas y bajo los sones de la dulzaina, al viajero le indican donde vive la señora Teresa, que así se llama la santera que custodia las llaves de la ermita del Santo Cristo de los Afligidos. Entonces sigue el camino y cuando llega a su casa, llama a la puerta. Entonces sale la señora y al explicarle el motivo de su visita, se nota que confía en el forastero porque enseguida le deja la llave. Entonces, éste se desplaza a la ermita, situada en las afueras, en un teso al lado del cementerio siguiendo el camino real, para visitar el lugar en el que fue enterrado ‘El Charro’ tras morir en ese lugar el 18 de octubre de 1932.
Chirría la cerradura, que pide a gritos que la engrasen con ‘tres en uno’ y hasta se teme no poder entrar, pero finalmente las puertas se abren para dar paso a un mundo de abandono, con fuerte olor a humedad, dominado por el tenebrismo y el misterio. Parecía que de cualquier rincón iba a salir el demonio con la horca, por lo que hubo que abrir las ventanas para que entrara la claridad y de paso observar con más detalle ese lugar ideado para dar miedo en el que Stephen King hubiera tenido el guión perfecto para una de sus novelas de miedo.
Superado el sobresaltado inicial, el forastero presencia el interior de la ermita hasta que al fondo, descubre una placa de piedra arenisca rotulada de letras rojas. A ella se dirige y embargado por la emoción lee: ‘En esa ermita y en sepultura llana sin inscripción alguna fue enterrado el 19 de octubre de 1832, el famoso guerrillero salmantino de la Guerra de la Independencia don Julián Sánchez ‘El Charro’, brigadier de los reales ejércitos españoles, siendo exhumados el 2 de febrero de 1980 por el Excelentísimo Ayuntamiento de Salamanca.
En Etreros, la gente apenas muestra interés porque El Charro residiera y muriera en su pueblo. Ellos, lo que más recuerdan es la expectación vivida la mañana que exhumaron sus restos con el pueblo entero presenciando los trabajos a la puerta de la ermita. Aquel día, mientras los trabajadores del Ayuntamiento de Salamanca abrían las tumbas sin encontrar rastro del Charro, la desolación se hacía presente en la representación salmantina que encabezaba el locutor Antonio Sandoval (quien llevó a cabo una campaña en el programa Nuestros pueblos, que dirigió con gran éxito durante muchos años en Radio Popular, para recuperar los restos), el historiador Salvador Llopis y el concejal Luis Calvo Rengel.
Esa mañana, ya cerca del mediodía el desánimo se apoderó de la expedición salmantina y cuando estaban a punto de desistir los trabajos, sobre todo al tener constancia que años antes alguien había abierto la tumba apareció un esqueleto calzado con botas de montar y con resto de barba. Entonces como dieron por bueno que se trataba del célebre guerrillero de Muñoz
Pero, como decía un lugareño sentado a la solana, los restos que se trajeron eran de un hombre alto y esbelto de barba rubia y precisamente, los salmantinos de aquella época eran más bien bajitos, algo chaparros y, en la mayoría, muy morenos, como don Julián.
Sable de Caballería Ligera británica modelo 1796
Esta arma fue iseñada para el ejército británico por el general John Gaspard Le Marchant, que murió en combate el 22 de julio de 1812 en la Batalla de Los Arapiles o de Salamanca. Se trataba de un sable muy manejable y que causaba heridas muy graves, circunstancia esta última que provovó que se hicieran quejas oficiales por parte del bando francés.
Si queréis ver todas las prestaciones y el perfecto equilibrio del diseño de esta arma, os recomiendo conectar este video:
http://www.youtube.com/watch?v=5_mCNoqqK0k
jueves, 12 de marzo de 2009
Las huellas de la Guerra de la Independencia
Los Desastres de la Guerra, de Goya
Horario
De martes a viernes de 17 a 21 horas
Sábados, domingos y festivos, de 12 a 14 y de 17 a 21 horas
Os dejo un capítulo incluido en mi libro Los Guerrilleros, la pesadilla española de Napoleón y dedicado a esta serie:
A los sesenta años de edad, Francisco de Goya y Lucientes iba a ser testigo presencial de una de las guerras más cruentas de la historia de España. En un tiempo en el que no existían los reporteros de guerra, Goya se convirtió en el hombre que mejor plasmó los horrores de la lucha, sus nefastas consecuencias y, lo que es aún peor, la muerte de la esperanza.
Es posible que la serie de grabados englobados bajo el título de Desastres de la Guerra tenga su origen en lo acontecido durante el primer sitio de Zaragoza, pues el pintor se vería inmerso en el mismo escenario de la contienda, en contacto directo con la realidad de una ciudad devastada. Pero aunque este hecho inspirara buena parte de las estampas producidas por el genio, sus viajes por unas tierras que padecían una guerra total y la visión de los horrores más infames (guerrilleros ahorcados al borde de un camino, soldados franceses descuartizados, mujeres violadas y acuchilladas), producirían el impulso necesario para grabar el resto de las escabrosas escenas con las que Goya da testimonio del paso de los ejércitos de Napoleón por España y de la decidida resistencia de un pueblo enloquecido por la barbarie.
Lejos están las aguafuertes de Goya de los cuadros de los pintores franceses que ensalzaron las glorias de Napoleón. En los Desastres no hay héroes ni hazañas, ni tampoco estampas de grandiosas victorias. "Los Desastres" son la mejor muestra de que la Guerra de la Independencia española fue totalmente distinta a las otras guerras que el Emperador de los franceses libraba en el continente europeo: los grabados reflejan el fanatismo, la crueldad, la injusticia y los vicios que engendraron el terror, el hambre y la muerte. No hay soldados vestidos con flamantes uniformes, es el pueblo en armas y pasado por las armas, el testimonio fiel de los efectos devastadores del levantamiento y la lucha popular.
La serie de aguafuertes de "Los Desastres de la Guerra" se ha dividido tradicionalmente en una estampa introductoria, cuarenta y seis dedicadas a los horrores de la guerra, diecisiete con escenas del hambre en Madrid y, por último, dieciséis estampas alegóricas tituladas “Caprichos Enfáticos”.
La primera estampa, titulada “Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer”, muestra una figura arrodillada y suplicante, símbolo de una guerra que la población civil sufrirá con todas las consecuencias. Las escenas dedicadas a los horrores de la guerra son las más desgarradoras. Goya no se refiere a sucesos históricos concretos ni retrata personajes reconocibles sino que convierte en protagonistas a la masa anónima de soldados franceses, guerrilleros españoles y el pueblo víctima de las barbaridades cometidas por unos y por otros. Es la primera vez que un artista nos ofrece un primer plano de la brutal realidad de la guerra. No existe la distancia que ennoblecía las batallas y las convertía en episodios heroicos del devenir histórico. La guerra se desnuda de cualquier elemento ennoblecedor y nos muestra su verdadera cara. Es el marco propicio para dar rienda suelta a los más bajos instintos humanos: la rapiña, la violación, la tortura y el asesinato. Como resultado, montones de cadáveres, algunos empalados y mutilados.
Las diecisiete escenas de Madrid nos muestran la espantosa hambruna sufrida por la capital durante los años 1811 y 1812. Hambruna acrecentada por el bloqueo que los guerrilleros ejercían sobre la ciudad, impidiendo la llegada de suministros y causando más penuria a sus propios compatriotas. Goya se convierte así en el mejor testimonio de la lucha guerrillera entre los años 1808 y 1814 en España, la cual, tuvo poco que ver con una lucha de héroes contra villanos; fue más bien una orgía de sangre y destrucción en la que, a veces, lo que menos contaba eran los honorables principios de defensa de la patria invadida.
viernes, 6 de marzo de 2009
La Batalla de Vitoria 1813. El Fin de la Aventura
Emilio Larreina, quien más sabe sobre la batalla de Vitoria, acaba de publicar con la editorial Almena La Batalla de Vitoria 1813. El Fin de la Aventura. Muy recomendable, os lo aseguro, conozco a Emilio y su estupendo trabajo de muchos años.
http://www.libreria-almena.com
Recreación Histórica en el Bicentenario del Sitio de Zaragoza
http://fotojuliosoria.blogspot.com/search/label/El%20rinc%C3%B3n%20regional
jueves, 5 de marzo de 2009
Libro sobre la Batalla de Espinosa de los Monteros
Dicho D. Nicolás, en unas “memorias que sirvan a la posteridad”, como indican en su primer folio, hace un recorrido por la historia de la Villa y sus habitantes, siendo de gran interés la parte central del escrito, dedicado a lo sucedido en España, la provincia de Burgos y, fundamentalmente, durante los terribles días de la batalla de Espinosa, que vivió en primera persona desde su casa en el centro de la localidad.
El manuscrito ha sido amablemente puesto a disposición de los historiadores por su propietaria, Dª Mª del Socorro Samperio, guardiana celosa de su integridad durante muchos años.En dichas memorias se aportan interesantes datos históricos sobre las unidades presentes, desarrollo de la batalla, personajes históricos con los que convivió ( una parte del estado mayor español se alojó en su casa)... Pero, quizá, lo más impactante es la minuciosa descripción de la ocupación de la Villa por los franceses y sus consecuencias. Bajo mi modesto punto de vista es un relato bastante objetivo de la situación, no sigue la línea de demonización del enemigo tan recurrente en la historiografía de la época, pues considera que había buena y mala gente en los dos bandos. Un documento muy interesante y una splo de aire fresco entre tantos libros de historia general de la Guerra de la Independencia que se están publicando con el dichoso Bicentenario.
La Salamanca de Lord Wellington
Este grabado está hecho sobre el retrato que el teniente británico William Dowman le hizo al Lord durante el cerco de Badajoz de 1811. Dowman perdió un brazo rechazando una salida de las tropas francesas de la guarnición de Badajoz y murió el 4 de junio de 1811 a resultas de sus heridas.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Un grabado que no conocía hasta hoy
Una de las cuarenta aguatintas que contiene el libro Historic, Military, and Naval Anecdotes, of personal valour, bravery, and particular incidents which occurred to the armies of Great Britain and her allies, in the last long-contested war, terminating with the Battle of Waterloo publicado por Edward Orme y cuya primera edición es de 1819.
Reliquias de batalla IV
Pero lo mejor del todo es que,en la batalla de Los Arapiles, los regimientos 11º y 61º estaban integrados en la misma brigada junto al regimiento 53º: la Brigada Hulse de la Sexta División. ¡Menuda casualidad!
domingo, 1 de marzo de 2009
Reliquias de batalla III
El 20 de junio de 1812 el 68th (Durnham Light Infantry) se distinguió rechazando el ataque de una gran fuerza francesa en unas alturas que dominan el pueblo de Moriscos (a unos pocos kilómetros al norte de Salamanca). En este combate el capitán Mackay recibió veintidós heridas de bayoneta y varios culatazos de fusil. El 68th tomó parte en la Batalla de Los Arapiles participando en las escaramuzas que se produjeron en la zona de la Ermita de Nuestra Señora de la Peña (Calvarrasa de Arriba). El 12 de agosto entró con el resto del ejército de Wellington en Madrid, donde el regimento se hizo con zapatos, camisas y calcetines nuevos, que habían dejado abandonados los franceses. Se dice que los hombres del 68th se comieron los peces de colores que había en el estanque de El Retiro.