jueves, 30 de abril de 2009

La Salamanca de Lord Wellington I


Comienzo con esta entrada una serie dedicada a los lugares de la ciudad de Salamanca relacionados con la figura del Duque de Wellington.

EL MEDALLÓN DE WELLINGTON

En el año 1813, el Consistorio de Salamanca acordó que se esculpiera un medallón con el busto de Wellington como reconocimiento por haber liberado la ciudad de la ocupación de las tropas napoleónicas y que se colocara junto a los de los otros personajes que adornan la Plaza Mayor. La falta de fondos en una Salamanca arruinada tras la Guerra de la Independencia impidió que el proyecto se llevara a cabo, cayendo éste en el olvido. En el año 1980, y gracias a la proverbial tenacidad de Salvador Llopis Llopis, cronista oficial de la ciudad de Salamanca y director del Archivo Municipal, la voluntad del pueblo salmantino que conoció a Wellington y que lo recibió como un libertador en junio de 1812 por fin se pudo cumplir.

El busto es una escultura de Fernando Mayoral y se encuentra situado en el ala oeste de la Plaza Mayor.

Solamente anotar que, aunque normalmente nos referimos al "Duque "de Wellington, el título ducal no lo recibió hasta unos años después de pasar por Salamanca, ostentando el aquel tiempo (en 1812) el de Marqués de Wellington y el de Duque de Ciudad Rodrigo.

lunes, 27 de abril de 2009

El regalo del KSLI



La expedición del Regimiento de Infantería Ligera del Rey Shropshire me regaló un plato conmemorativo de la creación de esta unidad para agradecerme el que les acompañara durante su visita a los sitios históricos de la Guerra de la Independencia en la provincia de Salamanca.

Esto es lo que pone sobre la pieza:

EN CONMEMORACIÓN DEL 250 ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL REGIMIENTO 53º (SHROPSHIRE) POR PARTE DEL CORONEL SIR WILLIAM WHITMORE EN BRIDGNORTH EL 7 DE ENERO DE 1756.

EL REGIMIENTO 53º (SHROPSHIRE)

El regimiento fue originalmente formado con el número 55º, pero recibió una nueva numeración en 1757, convirtiéndose en el Regimiento 53º (Shropshire) en 1782.

Se amalgamó con el Regimiento de Infantería Ligera del Rey 85º en 1881 para formar el Regimiento de Infantería Ligera del Rey Shropshire (King's Shropshire Light Infantry - KSLI).

En 1968 el KSLI se amalgamó con el SCLI (Sommerset and Cornwall Light Infantry), el KOYLI (King's Own Yorkshire Light Infantry) y el DLI (Durnham Light Infantry) para formar un gran regimiento de cuatro batallones: "La Infantería Ligera".

El diseño de este plato está basado en el servicio para cenas de hacia 1870.

Este plato forma parte de una edición limitada de 100 piezas de las cuales ésta es la número 32.

domingo, 26 de abril de 2009

El King's Shropshire en Salamanca y Arapiles






El pasado día 24 el Regimiento de Infantería Ligera del Rey Shropshire recorrió el Sitio Histórico de Los Arapiles y celebró una ceremonia junto a la colina sobre la que el coronel Bingham reunió al 2/53th (Shropshire Foot) para defenderse de la carga de la brigada de Dragones franceses comandada por el general Boyer.

La noche ant
erior se celebró una cena de gala en el Salón de las Pinturas del Colegio Arzobispo Fonseca o de los Irlandeses en Salamanca. En una cena en la que se reúne un regimiento británico es obligatorio hacer un "brindis real", así que, puesto que ésta se celebraba en España, el general más veterano del KSLI brindó por Su Majestad el Rey de España y a mí se me ofreció el honor de hacer lo propio por "Her Majesty the Queen of England".

La amable invitación del KSLI me permitirá devolverles la visita para ver su museo regimental sito en el Castillo de Shrewsbury en Shropshire. En su día ya os contaré...

http://www.aboutbritain.com/ShropshireRegimentalMuseum.htm

Fotos:
Botón de tropa del 2/53th Shropshire Foot durante la Guerra Peninsular.
Cena del KSLI en el Colegio de los Irlandeses de Salamanca.
Corona de amapolas depositada frente a "la colina de Bingham".
Los cornetas del KSLI en el pentágono panorámico colocado sobre el Teso de San Miguel con el Arapil Chico y el Arapil Grande al fondo.

miércoles, 22 de abril de 2009

Ofrenda de "The King's Shropshire Light Infantry" en recuerdo del general Robert Craufurd


En la tarde de hoy el Regimiento británico «The King's Shropshire Light Infantry» ha realizado una ofrenda en memoria del General Robert Craufurd y de los hombres que comandó durante el asedio de Ciudad Rodrigo (9 al 19 de enero de 1812).

El acto comenzó con una oración a cargo del capellán que acompaña al grupo, seguido de la ofrenda de una corona colocada al pie de la placa dedicada a Craufurd en la Plaza de Amayuelas de Ciudad Rodrigo, finalizando con un toque de cornetas que fue seguido por todos los asistentes con sumo respeto.

Mañana he quedado con ellos a las 9:30 am en la Plaza Mayor de Salamanca para celebrar un acto parecido frente al medallón de Wellington. Luego iremos a visitar la zona de la ciudad donde se llevó a cabo el asedio de los fuertes de San Vicente, San Cayetano y La Merced.

Y pasado mañana iremos a visitar el campo de batalla de Los Arapiles y a disfrutar de un delicioso almuerzo en el Mesón de Los Arapiles, regentado por Julio y Ángeles, que estoy seguro que no van a permitir que salgamos de allí ni con hambre ni sobrios.

El KSLI es heredero de dos regimientos que combatieron bajo el mando de Wellington en España: el 85º (Bucks Volunteers Light Infantry) y el 53º (Shropshire).

El 85º no arribó a la Península hasta enero de 1811. El regimiento contaba con 936 hombres y formaba parte de la 7ª División. Su primera acción la llevó a cabo en la Batalla de Fuentes de Oñoro (3-5 de mayo de 1811), sufriendo cincuenta y tres bajas. Wellington felicitó al regimiento por la extraordinaria conducta exhibida en esta batalla. En junio de ese mismo año participó en el primer asedio de Badajoz, sufriendo un terrible número de bajas durante el asalto al fuerte de San Cristóbal. Quedó tan mermado que fue enviado de vuelta a Inglaterra para reclutar nuevos efectivos. El 85º retornó a la Península en julio de 1813, desembarcando cerca de San Sebastián, participando en el asedio de esta ciudad hasta que la guarnición francesa se rindió el 31 de agosto.

El 2/53º desembarcó en Portugal en abril de 1809. El batallón, bajo el mando del teniente coronel Bingham, entró por primera vez en acción en la Batalla de Talavera, sufriendo cuarenta y cuatro bajas. Su siguiente acción tuvo lugar en la batalla de Fuentes de Oñoro, donde las bajas consistieron solamente en tres hombres levemente heridos. El 2/53º, integrado en la 6ª División, no participó en los asedios de Ciudad Rodrigo (enero 1812) y Badajoz (abril 1812), así que su siguiente acción no llegó hasta el asedio de los fuertes de Salamanca (17 al 27 de junio de 1812), sufriendo en esta operación la baja del teniente Devonish, que fue enterrado en la iglesia de San Martín, junto a la Plaza Mayor. En la batalla de Los Arapiles o de Salamanca (22 de julio de 1812) el coronel Bingham logró reunir y salvar así al batallón tras haber sufrido una carga de caballería francesa, sosteniendo la Bandera del Rey y ondeándola frente a sus hombres. El batallón sufrió 142 bajas, producidas principalmente por el fuego de flanco lanzado por la artillería francesa situada sobre el Arapil Grande.

Bingham formó parte, años después, de la guarnición al cargo de la vigilancia de Napoleón durante su cautiverio en la isla de Santa Elena.

martes, 21 de abril de 2009

Libros parroquiales de Salamanca durante la Guerra de la Independencia

Hoy mi amigo Miguel me preguntaba si conocía el Blog

http://lazarzapumareda.blogspot.com/

Lo sigo desde hace tiempo y además también tengo el placer y el honor de conocer en persona a su autora, Francisca Martín Hernández, que ya hace un par de años me introdujo en el fascinante mundo de los libros de difuntos de las parroquias de Salamanca. Os puedo parecer un tanto necrófilo, pero no es eso, se trata de que las partidas de defunción a veces nos ofrecen interesantes datos para ampliar nuestro conocimiento de la Guerra de la Independencia. Francisca ha rastreado los libros parroquiales de muchos pueblos salmantinos para llevar a cabo un trabajo de reconstrucción genealógica, pero también ha recuperado interesantes anécdotas que los historiadores pueden emplear con gran provecho en sus trabajos. Esta ha sido una labor que nunca nadie le agradecerá como merece, pero creo que el mejor premio es que Francisca disfruta enormemente haciéndolo y, además, compartiéndolo. Iniciativa y generosidad, ¡qué excelente combinación!

Mirad, por ejemplo, lo que se puede encontrar en uno de los libros parroquiales de la localidad de Boada:

Libro de Difuntos de la Iglesia de la Asunción de Boada (Salamanca) 1714-1859

• En Boada a 30 de Marzo de 1809 falleció Manuel Hernández Marcos, adulto, hijo de Mathias Hernández y de María Marcos, no recivió ningún Sacramento por haber sido asesinado por los Franceses. Se le dio sepultura en esta Parroquial el día 1º de Abril. Su padre dispuso se le celebrase Misa de entierro con oficio de tres lecciones y lo mismo el día de Honras y cabo de año, y para que conste, lo firmo fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro

• En Boada a 30 de Marzo de 1809 falleció Domingo García, natural de Lumbrales, marido de María Antonia Rodríguez, natural de Almofala, en el Reyno de Portugal, no recivió ningún Sacramento por haber sido asesinado por los Franceses, se le dio sepultura en esta Parroquial el día 1º de Abril, no testó y su mujer dispuso se le celebrase por su alma Misa de entierro con oficio de tres lecciones y lo mismo en el día de Honras y cabo de año, y para que conste, lo firmo fecha ut supra
D. Juan Antonio Moro

• En Boada a 30 de Marzo de 1809 falleció Pedro Marcos, marido de Columba Benito, fue asesinado por los Franceses en el Término de Villoria, Obispado de Salamanca, se le dio sepultura en esta Parroquial el día 1º de Abril, antes había ordenado su Testamento en la forma siguiente, ante el Fiel de Fechos Mathias Martín. Primeramente manda que su cadáver sea sepultado en esta Parroquial que los tres días inmediatos a su fallecimiento se celebrasen tres Misas cantadas con oficio de tres lecciones en cada una: Idem cinco Misas en cada uno de los altares. Se dé limosna a los pobres más necesitados del Pueblo, en los días de las Misas 60 reales y a las obras pías lo acostumbrado, y para que conste, lo firmo fecha ut supra
D. Juan Antonio Moro.

• En Boada a 30 de Marzo de 1809, falleció Domingo Alonso, viudo de Teresa Recio, no recibió ningún Sacramento por haber sido asesinado por los Franceses en el Término de Villoria, tenía hecho Testamento ante Mathías Martín Fiel de Fechos de este lugar, y en él ordena lo siguiente, primeramente que su cuerpo sea sepultado en esta Parroquial lo que se executó el día 1º de Abril. Tres Misas cantadas con oficios de 3 lecciones. Nueve Misas de novena, una Misa al cumplir el año. Se den a la colecturía de Ciudad Rodrigo diez Misas y a las obras pías lo acostumbrado y para que conste, lo firmo fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro.

• En Boada a 30 de Marzo de 1809, falleció Manuel Pérez, marido de Isabel Barrocal, no recibió ningún Sacramento por haber sido asesinado por los Franceses en el Término de Villoria, tenía hecho Testamento ante Mathías Martín Fiel de Fechos de este lugar, y en él ordena lo siguiente: primeramente manda que su cadáver sea sepultado en esta Parroquial, lo que se executó el día 1º de Abril. Tres Misas cantadas con oficios de tres lecciones. Nueve Misas de Novena, una Misa de cabo de año. Y para que conste, lo firmo fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro

• En Boada a 30 de Marzo de 1809, falleció Josef Herrero Ramos, hijo de Bernardo Herrero y de María Ramos, era adulto, se le dio sepultura el mismo día por la tarde, no recivió Sacramento por haber sido asesinado por los Franceses. Su tío Juan Barrocal determinó se celebrase por su alma Misa de entierro con oficio de tres lecciones y lo mismo el día de Honras y cabo de año y para que conste lo firmo fecha ut supra
D. Juan Antonio Moro.

• En Boada a 20 de Maio de 1810. Murió Teresa Marcos, viuda de Miguel Hernández, enterróse en esta Parroquial, no recivió ningún Sacramento por haber derrotado la Yglesia los enemigos franceses, y los vecinos ausentes de sus casas. Luego que regresaron se le dio la Misa de entierro con su oficio, y para que conste lo firmo a 28 de Agosto de 1810.
D. Juan Antonio Moro.

• En Boada a 1 de Julio de 1811 falleció un joven portugués, que traxeron los franceses en la retirada de los Campos de Coimbra, de cuia ciudad dixo era natural, su nombre era Josef, de edad once o doce años, no recibió ningún Sacramento porque una mañana se le encontró difunto. Se le cantó su Oficio de Difuntos con Misa de cuerpo presente y para que conste, lo firmo, fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro

• En Boada a 22 de junio de 1812, yo el infrascripto párroco, enterré a un Soldado de nación: portugués, llamado Casimiro Alverto, natural de Santiago, término de Vilaboa de Roda, Comarca de Guimaraes, del Batallón de Cazadores nº 12, Primera Compañía, según consta en la filiación que presentaron, y para que conste, lo firmo, fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro

• En Boada a 12 de Agosto de 1812, se enterró en esta Parroquial a un Soldado Portugués que salió herido del ataque de Arapiles y la conducían para su Reyno, dixeron sus compañeros era cristiano católico y se llamaba Manuel Josef Cerqueira, Soldado del nº 9, Quarta Compañía, no dixeron el pueblo de su naturaleza y para que conste lo firmo, fecha ut supra
D. Juan Antonio Moro.

• En Boada a 10 de Septiembre de 1812, falleció Francisco Josef Diez, de nación: portugués. Músico de la Primera Compañía del Batallón de Cazadores del número 12, hijo de Domingo Díez, de la Feligresía de Santa Isabel en el Reyno de Portugal. Se le dio sepultura en la Iglesia de este lugar, y para que conste lo firmo, fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro.

• En Boada, a 11 de Noviembre de 1812, falleció Santiago de San Miguel, Bautizado en Villanueba de Cañedo en Salamanca, hijo de Cristóbal Ortiz, Sargento de la Cuarta Compañía, del Regimiento de Lanceros de Castilla y de su mujer Leocadia García, ésta de León, y Cristóbal Ortiz de Totana en Murcia. Se le cantó el Oficio de Ángel. Y para que conste, lo firmo fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro

• En Boada, a 17 de Noviembre de 1812, falleció Nicolás de Ana Martín, Soldado del Regimiento de Mallorca, hijo de José de Ana y de María Martín, Vecinos del lugar de Tamames de Saiago del Obispado de Zamora. Se le cantó el Oficio de Difuntos y Misa de cuerpo presente, lo que dispuso su Madre Política y para que conste, lo firmo fecha ut supra.
D. Juan Antonio Moro

• En Boada, a 9 de Enero de 1813, falleció Agustín Antonio Kus Cordero, Bautizado en la Parroquial de San Juan de la Ciudad de Avila, hijo de Josef Kus y de Josefa Cordero, aquél Soldado de la Compañía Franca de Ávila y natural de Brechin, en el Reyno de Ungría y ésta de la Nava del Rey, Valladolid. Se le cantó el oficio de Ángel y para que conste lo firmo ut supra
D. Juan Antonio Moro.

El niño tambor Louis Reyon


Muchas veces, revisando los libros de difuntos antiguos de las diferentes parroquias salmantinas me he topado con historias realmente conmovedoras. Muchas de éstas me han servido para soportar mejor el dolor al que, a veces, uno debe enfrentarse en la vida y en el lugar del mundo que le ha tocado en suerte. Porque debió ser tanto el dolor en aquellos años entre 1808 y 1814 que solo se me ocurre dar gracias a D-os por haberme dado la vida en este momento de la historia de la humanidad y en un lugar donde, en general, reina la paz. Otros seres humanos no tuvieron tanta suerte en el pasado, ni la tienen en el presente, ni la tendrán lamentablemente en el futuro. Y muchos de esos seres fueron, son y serán niños...

En la ciudad de Salamanca, a 30 de Julio de 1810, yo el Prior Párroco de San Cristóbal, dí sepultura eclesiástica a el cadáver de un Niño llamado Luis Reyon, nacido en Brest, Reyno de Francia. Hijo de Pedro Chauvet y de Justina Livre; miembro del Exército francés y Tambor del Regimiento nº 70, y para que conste lo firmo fecha ut supra.
Licenciado D. Nicolás Cuesta y Urbina.

Con frecuencia, los tambores de los batallones de los ejércitos de la época napoleónica eran niños de apenas nueve años. He incluido una dedicatoria al niño Luis Reyon en un trabajo que será publicado con motivo de la próxima Feria del Libro de Salamanca, ya lo veréis cuando lo presenten e incluya una entrada al respecto.

Un edecán del ejército británico por Dighton


Os prometí enseñaros alguna caricatura más de Dighton y aquí la tenéis. Esta se publicó en junio de 1806 y representa a un famoso edecán del ejército británico, Lord Petersham, amigo de los duelos y contumaz mujeriego.

domingo, 19 de abril de 2009

La rocambolesca pero verdadera historia del sargento Mayoral

En plena conmemoración del bicentenario de la lucha de España frente a la invasión de las tropas napoleónicas, no está de más recordar un episodio acaecido en el contexto de los prisioneros españoles retenidos en Francia. En el Archivo Diocesano de Barcelona se custodia la documentación sobre un caso rocambolesco. Fue protagonizado por el sargento abulense de nacimiento y salmantino de adopción Francisco Mayoral. Un grupo de investigadores del Archivo Diocesano halló el original del proceso de la Inquisición contra el sargento Mayoral en sus dependencias. Durante más de veinte años, el equipo ha investigado todo lo que aparece sobre este personaje en el archivo y el resultado es La Inquisición y el falso cardenal de Borbón, el español que burló al Imperio Napoleónico, una monografía de más de quinientas páginas, publicada en 2005 en la Ciudad Condal. En el segundo año de Guerra de la Independencia, el sargento primero Francisco Mayoral fue hecho prisionero por los franceses tras la caída de Ciudad Rodrigo (10 de julio de 1810) y trasladado a Francia junto con otros prisioneros, entre ellos doce frailes. Mayoral observó que por el camino no eran pocos los que daban camisas, zapatos y dinero a los religiosos, los cuales en la cárcel recibían un trato especial. En Pau, fingió estar enfermo y con un alférez se fugó hasta Irún, pero dos españoles al servicio de José Bonaparte los apresaron y devolvieron a Francia. En Bayona respondió a las preguntas del comandante de la ciudad declarando que era franciscano. Fue enviado a prisión y el alférez quedó recluido en un castillo. El carcelero y su mujer obsequiaron a Mayoral con buenos guisados y vino, dando aviso a una monja que dispuso un cuarto separado de las demás celdas y un trato especial, dinero, una sotana y chocolate a la taza por la tarde. Así pasó diez días hasta que junto con veintiséis eclesiásticos fue trasladado a Cahors. En el hospital de Cahors no dudó en confesar e impartir la extremaunción. Las monjas del hospital le tenían como a un santo, lo que despertó la curiosidad del vicario general. Mayoral repitió al vicario que era fraile y, además, organista y fabricante de órganos. Al vicario se le iluminó la cara al instante: “¿Usted nos querrá arreglar el órgano de la catedral? Yo haré las diligencias para ver si puede quedarse aquí, luego hablaré con el señor obispo para alcanzar su paga y ver cómo hemos de componer todo lo referido”. El obispo dio su aprobación, asignándole una paga diaria y prometiendo una gratificación al acabar el trabajo. Una vez en la catedral, comenzó a tocar probando todos los registros –el astuto Mayoral sabía interpretar algunas piezas- asegurando que el órgano estaba muy dañado pero que podría repararlo. A continuación pidió 600 reales para comprar herramientas y solicitó permiso para que otro preso del hospital le hiciera de ayudante. Mayoral y su asistente –otro sargento- empezaron a desbaratar el órgano, sin que quedara un solo tubo en pie. El engaño duró cuatro meses. Viendo el vicario general que el órgano estaba cada vez más echado a perder, llamó a Mayoral para recriminarle que había mentido y causado un gran gasto y que debía marcharse. Cosa que hizo Mayoral pidiendo permiso al comisario de guerra para trasladarse a Brive. El dinero entregado por el Obispo para la reparación fue gastado principalmente en prostitutas y alcohol. En Brive se presentó al subprefecto diciendo que no se encontraba bien, por lo que fue enviado al hospital. Un barcelonés, interesándose por él, le invitó a acompañarle al palacio de mademoiselle Isella Amabili para una velada. Allí merendó el falso padre franciscano, conversó sobre la guerra e interpretó “algunos valses, contradanzas y una obertura”. El barcelonés se excusó, alegando tener que atender unas ocupaciones y dejó a Mayoral solo con la señora. A la dama le pareció que tener un sacerdote en su palacio a su servicio sería de mucha más conveniencia y caridad cristiana que dejarlo como detenido en el hospital. Hizo las gestiones necesarias y Mayoral pasó a vivir en el palacio de la Amabili, que le tomó gran afecto y lo colmó de toda clase de atenciones, probablemente también carnales. Un día, a Mayoral se le ocurrió fingir una carta, escrita por él mismo, que simulaba venir de Cádiz para el cardenal Luis María de Borbón, la cual fue leída por la noble dama, quedando ésta tremendamente impresionada. Mayoral le pidió que guardara secreto de que él era el cardenal Luis María de Borbón (primo del rey Fernando VII y presidente de la Regencia, el gobierno patriota español durante la Guerra de la Independencia y con sede en Cádiz). El resto de los cuatro años que Mayoral pasó en Francia mantuvo esta hábil farsa, engañando a todas las autoridades civiles y militares, llegando incluso a cartearse en una ocasión con la emperatriz María Luisa, archiduquesa de Austria y esposa de Napoleón, y cambiando de lugar en cuanto aparecían fundadas sospechas de su falsedad, bien porque algunos le reconocían como sargento, bien porque otros conocían al auténtico cardenal de Borbón, con el que el sargento guardaba un gran parecido. En Bourges, ya no pudo Mayoral hacer creíbles sus embustes por más tiempo y en una carreta de bueyes fue conducido a España. El capitán general de Cataluña ordenó su ingreso en la prisión de la Ciudadela de Barcelona. El 6 de diciembre, la Auditoría General del Ejército inició el proceso contra el impostor y el 18 de agosto de 1816 se le denunció al Tribunal de la Inquisición de Barcelona. El interrogatorio duró unos dos años. Argumentaba Mayoral en su defensa que lo que hizo fue por mofarse de los franceses, que tanto daño habían causado a los españoles, pero el Santo Oficio consideró la falsa administración de sacramentos y las suplantaciones y engaños para obtener dinero. En este país la iniciativa y la audacia nunca fue algo a valorar por parte de la autoridad de turno, sino más bien lo contrario. Así y todo, Mayoral no recibió tormento, pero debido a la prolongada estancia en una celda insalubre contrajo la tuberculosis. El 6 de octubre de 1818 se le condenó a ser desterrado de la Península por espacio de cuatro años y enviado al hospital de Ceuta, con la obligación de confesar y comulgar durante los mencionados cuatro años en cada una de las grandes festividades litúrgicas. En 1820, con el advenimiento del Trienio Liberal, la Inquisición quedó disuelta y todos sus presos liberados. Mayoral, misérrimo, decepcionado y enfermo abandonó la prisión y ahí se pierde su pista... ¿Lograría volver a Salamanca donde esperaría reunirse de nuevo con su familia? No lo sé, pero rastreando los libros de difuntos de las parroquias de Salamanca me encontré con esto: En los veintiséis días de el mes de enero de 1822 di sepultura eclesiástica a un hombre, por orden de la justicia real, que murió de repente y sin ser visto en casa de Antonio Parro, casa de posada; dixeron llamarse Francisco y ser del lugar de las casas del Sapo de este obispado; sin dar más razón de él en dicho mesón. Y para que conste lo firmo ut supra. Joseph Antonio Muñoz, cura párroco de la parroquia de Santiago de Salamanca. ¿Es posible que este hombre que muere en enero de 1822 en una posada salmantina sea Francisco Mayoral? Desde luego, lo que sí sabemos es que, si Mayoral logró llegar a Salamanca, aquí no encontró ni a su esposa ni a su padre, que habían muerto durante sus años de cautiverio en Francia y luego en España. Las memorias de Mayoral se publicaron años después de finalizado el conflicto pero durante casi doscientos años se ha creído que esas memorias eran una ficción de corte picaresco. En el año 2008 la editorial Espuela de Plata (Sevilla) las ha vuelto a publicar en su colección "Vidas Pintorescas" con un interesantísimo estudio introductorio de Fernando Durán López.

jueves, 16 de abril de 2009

Mi regalo de cumpleaños


Hoy es mi cumpleaños, nací en el año 1971. No creo que eso tenga importancia alguna pero lo bueno es que, con esa excusa, me han regalado un original de una de las caricaturas que hizo Dighton hacia 1086 de personajes civiles y militares de la sociedad británica. Esta serie de caricaturas es maravillosa, ya os iré enseñando alguna más en el futuro. En esta se representa al mayor Forrester, un oficial del 15º Regimiento de Húsares .



lunes, 13 de abril de 2009

Las Guerras de Napoleón por Charles Esdaile

Muy interesante. A estas alturas parece imposible poder escribir un libro sobre Napoleón en el que se aporte algo que no se haya dicho antes, pero Esdaile lo ha conseguido. Yo, por mi parte, espero que la traducción satisfaga al lector. Son 704 páginas en las que poder meter la pata.





Sinopsis
¿Fue Napoleón, como pretendía, el precursor de la unidad de Europa? Lo que está claro es que sus guerras, que suelen estudiarse como campañas separadas, sólo se entienden plenamente en una dimensión continental, que tome en cuenta tanto la forma en que se combinan entre sí como su relación con el marco de la Europa de su tiempo. Charles Esdaile nos ofrece una "historia internacional" de las campañas napoleónicas en un libro innovador, que ilumina la complejidad de unos acontecimientos que cambiaron el curso de nuestra historia. Para el lector español este libro tiene el interés adicional de mostrarle la Guerra de la Independencia en un contexto internacional que le da pleno sentido.

Datos técnicos
Colección Serie Mayor
Páginas 704
Edición 1
Formato 15,5 x 23 cm
Encuadernación Tapa Dura
Código 967528
ISBN 978-84-7423-753-5
Fecha de disponibilidad 28/05/2009


martes, 7 de abril de 2009

Un artículo en la revista ALKAID


El número 3 de la revista ALKAID (http://www.alkaidediciones.com) contiene un artículo mío titulado UN GENERAL DE NAPOLEÓN A LA CAZA DE "EL CHARRO" con ilustraciones de Dionisio Álvarez Cueto y Pavel Alekhin. Os recomiendo de verdad esta revista multitemática que siempre suele dedicar algunas páginas a la época napoleónica. No es de extrañar, puesto que su director científico, Rafael Pardo Almudí, es un buen conocedor de la misma y un apasionado de los juegos de batallas napoleónicas (http://www.rafaelpardoalmudi.com).

En la ilustración, obra de Dionisio Álvarez Cueto, vemos al general Paul Thiébault y a Madame Junot frente a la fachada de la Universidad de Salamanca.

Y ahora os dejo con las primeras líneas del artículo

Hice aquel viaje guiado por un ingenuo deseo de encontrar respuestas a preguntas sobre un pasado ya lejano, aunque no se trataba de que hubiera sentido la llamada de los muertos; mi ingenuidad no llegaba a tal extremo… En aquel momento, en el cementerio Père Lachaise de París, sentía más que nunca que todo era producto del destino, el apasionamiento y las casualidades, que habían terminado componiendo una especie de canto de sirenas que me había atraído hasta el centro del mundo napoleónico. Apenas unos días antes había estado en la Plaza Herrasti de Ciudad Rodrigo. Allí, frente al mausoleo del brigadier Julián Sánchez, también conocido como «El Charro», mirando fijamente a la escultura que representa al valeroso jinete, me había sentido muchas veces tentado de preguntarle a la piedra inerte si todo aquello que contaba el general Paul Thiébault en sus Mémoires era verdad. ¿Había estado Don Julián, el héroe español de la Guerra de la Independencia, a punto de pasarse al bando enemigo?...

viernes, 3 de abril de 2009

El Mayor Henry Blosse Lynch y su sable



Esta tarde me llamó mi amigo Françesc para preguntarme sobre un oficial británico que participo en la Guerra Peninsular y cuyo nombre era Henry Blosse Lynch. Hacía algún tiempo que Françesc había comprado en una subasta en Londres un sable que había pertenecido al susodicho oficial. Por la inscripción sobre la hoja sabemos que el sable fue "entregado el 12 de marzo de 1809 al capitán H. B. Lynch por los Voluntarios de Rochester y Chatham en reconocimiento de su celo y alto sentido del deber dentro de la disciplina de la unidad, y también por su comportamiento caballeroso mientras fue oficial en la misma".

Françesc también me dijo que en la nota de la subasta ponía que H. B. Lynch nació en 1778 en Party House, en el condado de Mayo (Irlanda) y murió en junio de 1813; que fue mayor del 73º regimiento, sirviendo a las órdenes del Duque de Wellington en la Guerra Peninsular y siendo "mentioned in dispatches" ("mencionado en los despachos", que es lo que significan las siglas inglesas MID) por su coraje durante las operaciones del sitio de Ciudad Rodrigo.

Teniendo en cuenta que se trata de un sable de caballería, que no existía un regimiento 73º de esa arma y que el 73º de infantería no sirvió en la Península, he llegado a concluir que con toda seguridad se había malinterpretado un "1" por un "7". Sin duda Lynch sirvió en el 13th Light Dragoons, que se distinguió en la cobertura de las operaciones de sitio en Ciudad Rodrigo (9 al 19 de enero de 1812). El 13th Light Dragoons tuvo la misma misión durante el sitio de Badajoz (abril 1812) y luego fue enviado a proteger el puente de Almaraz (Badajoz), no reintegrándose en el grueso del ejército de Wellington hasta octubre de 1812, al iniciarse la penosa retirada aliada desde Burgos hacia la frontera Portuguesa. En mayo de 1813 este regimiento participó junto al resto del ejército anglo-hispano-portugués en la campaña que terminaría conociéndose como de Vitoria, aunque Lynch no vivió para gozar de la gran victora aliada del 21 de junio de 1813.

Como sabemos por la ficha de la subasta, el mayor H. B. Lynch murió el 1 de junio de 1813. No he logrado encontrar una entrada dedicada a él en The Biographical Dictionary of British Officers Killed and Wounded, 1808-1814 de John A. Hall pero estoy seguro de lo que le pasó. Lynch murió en el prácticamente olvidado combate de caballería de Vadeperdices (Zamora) enfrentándose a los franceses del 16º de Dragones, tras haber cruzado su unidad el río Esla el día 31 de mayo. Ese día murieron un oficial y treinta y dos soldados de caballería británicos y el oficial debía ser, indudablemente, el mayor H. B. Lynch. Este combate ha quedado muy oscurecido por el mucho más famoso de Morales de Toro, que se libró justo al día siguiente y del que ya he dado cuenta en este Blog.

Bueno, sustraigo del Blog de Françesc (http://www.guerrasnapoleonicas.blogspot.com/) la foto de la empuñadura del sable de Lynch, pero no dejéis de visitar el enlace, porque podréis aprender un montón de cosas sobre las armas de la época Napoleónica que yo no sabría enseñaros por la simple razón de que yo también estoy aprendiendo.

Al lado del sable puedes ver una aguatinta de Charles Hamilton Smith representado a un soldado del 13th Light Dragoons en 1813