martes, 2 de junio de 2009

Día de las Letras Salmantinas 2009



Hoy llegó a mis manos un programa de una actividad cultural que lleva mucho tiempo anunciada en las marquesinas de la ciudad: "El Día de las Letras Salmantinas". Os adjunto una parte de ese programa que se refiere a un "Homenaje a las Letras Salmantinas", dedicado en esta edición a "Cronistas y Viajeros por Salamanca". La propuesta me parece muy interesante y, desde luego, asistiré al acto del próximo 10 de junio a las 20:15 en el Teatro Liceo, pero leyendo el susodicho tríptico, me quedo un tanto estupefacto ante la falta de coherencia del texto que presenta este acto concreto. Aunque lo cierto es que no debería extrañarme después de lo que se vió en su día, cuando se conmemoró el 190º aniversario de la Batalla de Los Arapiles.

Lo primero que puedo decir es que esos personajes de los que se habla, "asociados a los ejércitos inglés y francés", pasaron por Salamanca entre los años 1807 y 1813, no entre 1808 y 1812, como escriben en el programa. Aclaro que Wellington y su ejército entraron en Salamanca capital dos veces: en junio de 1812 y en mayo de 1813. Además, yo hablaría de ejército aliado y no de ejército inglés; baste recordar que en Arapiles combatieron unos 18.000 portugueses, unos 5.000 alemanes y unos 3.000 españoles junto a unos 23.000 británicos (lo que incluye irlandeses, escoceses e ingleses).

Por otro lado, y esto es más preocupante, los cronistas y viajeros que se nombran no estuvieron en Salamanca durante la Guerra de la Independencia, sino que pasaron por aquí muchos años antes o después del conflicto. Bueno, uno sí, Robert Ker Porter, que vino en noviembre de 1808 con el ejército de Sir John Moore, pero el resto no, como he dicho. Richard Ford no vino a España hasta 1830; Richard Twiss hizo su viaje entre 1772 y 1773; Joseph Townsed hizo lo propio durante el reinado de Carlos III, muchos años antes, como Twiss; el estadounidense Alexander Slidell Mackenzie nació en 1803, así que cuando se libró esa guerra tenía entre cinco y diez años, George Borrow no pisó por aquí hasta 1835...

No lo entiendo, la verdad, porque comprenderán que a uno se la pueden dar con queso con muchas cosas pero, con este tema, ya no es tan fácil, aunque posible, claro. Es cierto que los autores citados que pasaron años después de la Guerra de la Independencia por tierras salmantinas hacen referencias a ese periodo y a las consecuencias que sufrió la ciudad pero aun así sigo sin entenderlo. Hay decenas de interesantísimos diarios y memorias de personas que sí que vivieron la Guerra de la Independencia en Salamanca, así que, sinceramente, no puedo entender la selección de autores y textos, aunque habrá que asistir al acto para ver lo que da de sí este asunto. ¿Por qué no leer a Grattan, Simmons, Tomkinson, Mills, Wheeler, Donaldson, Henegan, Noel, Marcel, Pelet, Delafosse, Thiébault, Bradford, Neale y a muchos otros que nos ofrecen una fascinante visión de la Salamanca de las guerras napoleónicas? ¿Acaso no los conocen los que organizan un acto "en el marco de los actos conmemorativos de la Guerra de la Independencia"?

Pero si hasta el mismísimo Mesonero Romanos pasa por Salamanca en 1813, cuando todavía es un crío, y hace referencia a ese viaje en su famoso libro Memorias de un Setentón. Y están las fantásticas Memorias de Parquin, que me las acaba de recordar el amigo José Marcos en su siempre oportuno comentario.

Creo que no pido mucho, y eso sin saber lo que le va a costar la gracia a los sufridos salmantinos...

2 comentarios:

  1. También merecerían ser reseñados los "Souvenirs du Commandant Parquin", chasseur del ejército de Napoleón al servicio del mariscal Marmont. He tenido el placer de leer hace poco tiempo la obra de este bonapartista impenitente y encontrar en ella múltiples referencias a sus andanzas por Salamanca y sus contornos, sus salidas en busca de guerrilleros, sus amores con la marquesa de la R... y sus paseos bajo los arcos de la Plaza Mayor, donde con otros militares rememoraba viejas batallas como Wagram en el café "La Mariquitta", negocio éste que me induce a preguntarme, casi seguro de no encontrar respuesta, qué establecimiento comercial de los existentes en la actualidad en la plaza puede haber sustituido en su emplazamiento a aquel antiguo café.

    José Marcos

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  2. Muy bien versado José.Lo mismo me preguntaba yo leyendo Arapiles de Benito Perez Galdos en sus historicos Episodios Nacionales.Tomaba nota de las calles,edificios,nombres de posadas,etc que el autor nombraba intentando ubicarlos en la actual Salamanca.
    Felipe

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