sábado, 28 de febrero de 2009

Reliquias de batalla II

Esta placa de chacó de infantería británica me la envían desde Canadá. Pertenece al modelo de 1812, que difícilmente podría haber sido usado en Arapiles, pero no importa, es una buena pieza y nos da una idea de la dimesión de "guerra mundial" que tuvieron las guerras napoleónicas. A este respecto, baste decir que, por ejemplo, el general Pakenham combatió en Salamanca en 1812 y murió tres años después en el asalto a las murallas de Nueva Orleans (EEUU).

El primer batallón del regimiento 61º de infantería británica (South Gloucestershire), bajo el mando del teniente coronel Saunders, llegó a la Península Ibérica en abril de 1809 y su primera acción la llevó a cabo en la batalla de Talavera el 28 de julio de ese mismo año, sufriendo 256 bajas. Un año más tarde el batallón luchó en Busaco, donde no sufrió ninguna baja. El batallón no tomó parte en ninguna otra acción de importancia hasta dos años más tarde, en Salamanca, el 22 de julio de 1812. Allí se vio envuelto en los combates más duros del día. Formando brigada con el 11º de infantería (North Devonshire) atacó la última posición defensiva francesa, desplegada sobre un lugar conocido como El Sierro, y tuvo 365 muertos y heridos. Cuando llegó la noche solamente tres oficiales y ochenta y siete soldados acudieron al sonido de las cornetas. Una vieja canción de soldados decía, "The 61st and the 11th Foot great numbers they had slain, They got their jackets dusted well on Salamanca's Plain." En la primera compañía todos los oficiales y soldados resultaron muertos o heridos excepto uno, el soldado Chipchase. Las banderas del regimiento las transportaban al final del día dos soldados, ya que seis oficiales y sargentos resultaron muertos mientras las llevaban durante la batalla. Fueron tan pocos los supervivientes del 61º y del 11º que al final fueron reunidos en un solo batallón. En septiembre de 1812 el batallón , con 208 individuos, estuvo presente en el aslato al castillo de Burgos y durante la retirada posterior, viéndose obligados a sobrevivir a base de bellotas cuando se agotaron los suministros. En Vitoria, el 21 de junio de 1813, el 1/61º estuvo presente pero vió la batalla desde la retaguardia al quedarse al cargo de los suministros de municiones. Durante las batallas de los Pirineos el 1/61º perdió cuarenta y cinco hombres, principalmente en Sorauren donde el batalón se vio envuelto en una frenética carrera con un batallón francés por alcanzar la cima de una colina. El 61º llegó primero y lanzó una descarga de fusilería sobre los franceses que les obligo a retirarse. En la batalla de Nivelle, librada el 10 de noviembre de 1813 el batallón perdió cuarenta y nueve hombres y en la batalla del Nive, librada un mes después, salió con tan solo seis heridos. En Orthez, el 27 de febrero de 1814, el 1/61º destrozó a dos batallones franceses cargándo contra ellos a paso ligero. Su última batalla de la Guerra Peninsular fue la de Toulouse, donde el batallón sirvió con gran distinción a costa de 174 muertos y heridos,, incluyendo su oficial al mando, el teniente coronel Coghlan que murió al frente de sus hombres. De hecho, el 1/61º dejó tantos hombres sobre el campo de batalla que recibió el apodo de "The Flowers of Toulouse". También se les conocía como "The Silver-tailed dandies" porque las colas de sus casacas eran más largas que las de otros regimientos e iban decoradas con hilo color plata. Al final de la guerra el batallón regresó a su destino habitual de guarnición en Irlanda y no participó en la campaña de Waterloo en 1815.

1 comentario:

  1. Impresionante descripción la que nos presentas aqui.Solo un experto como tú es capaz de mostrarnos un analisis así.
    Reseñable también es el hecho de que cantidad de piezas de la era napoleonica hayan ido a parar EEUU o Canada.
    Se aprecia que el número de aficionados a la era napoleonica en esos paises es importante.
    Felipe Castro.Baracaldo

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