El bueno de Diego, propietario de una soberbia colección de sables y propietario del Asador Casa Brigante en Lerma me llamó ya hace tiempo para darme a conocer un noticia referente a las excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en el Castillo de Burgos. Me cuenta que han desenterrado esqueletos de soldados sorprendidos por el fuego francés a pie de muralla y se han hallado restos de balas de cañón, algunas sin explosionar, y abundantes restos de artillería. Los cadáveres de estos soldados encontrados, según denuncias de los vecinos recogidas en las actas municipales, no fueron en su momento retirados del frente, quedando expuestos a la intemperie y siendo desmembrados por perros y otras alimañas, tal y como se ha evidenciado durante la intervención arqueológica.
Entre los restos humanos encontrados por los arqueólogos está el cuerpo de un chico de unos 15 años, sin brazos, decapitado y con una pala a la espalda. Probablemete se trate de un zapador del ejército británico como el que se ve en la ilustración. Lord Wellington asedió el Castillo de Burgos en septiembre de 1812, los franceses se defendieron con uñas y dientes y los aliados británicos, portugueses y españoles se vieron forzados a retirarse hasta Ciudad Rodrigo.
Entre los restos humanos encontrados por los arqueólogos está el cuerpo de un chico de unos 15 años, sin brazos, decapitado y con una pala a la espalda. Probablemete se trate de un zapador del ejército británico como el que se ve en la ilustración. Lord Wellington asedió el Castillo de Burgos en septiembre de 1812, los franceses se defendieron con uñas y dientes y los aliados británicos, portugueses y españoles se vieron forzados a retirarse hasta Ciudad Rodrigo.
Para que nos hagamos una idea desde el punto de vista de los asediados en Burgos en noviembre de 1812, existe un cuadro de considerables dimensiones del pintor François-Joseph Heim, pintado solamente un año después de los hechos. No es un cuadro magistral al estilo de Lejeune, otro pintor-militar que dejó para la posteridad escenas de la ocupación francesa en España, pero consigue revelar la frenética actividad que debieron de desplegar los franceses en el patio del castillo para resistir el asedio de los aliados. Las escenas que se nos presentan en el cuadro nos muestran a los soldados franceses moviendo cañones, trasladando heridos, recibiendo órdenes de sus oficiales, sustituyendo a los compañeros que abren fuego sobre los sitiadores desde lo alto de las murallas, etc...
ResponderEliminarEste cuadro, que habitualmente se expone en Versailles, tuvimos la suerte de admirarlo hace pocos meses en Valladolid y Salamanca, incluido en la espléndida exposición "La Nación recobrada. La España de 1808 y Castilla y León", junto a otras muchas obras, entre las que se encontraba también el excelente grabado del asedio de Ciudad Rodrigo de 1812 que Miguel Angel nos comenta en este mismo blog con fecha 19-03-2009. Es de desear que exposiciones de esta categoría vayan recalando en otras muchas ciudades.
Recomiendo desde aquí la visita al museo del castillo de Burgos, no hace mucho tiempo inaugurado, que se encuentra en el entorno que antiguamente ocupaba dicho castillo y que es, a mi modesto entender, el lugar donde deben ser expuestos los restos hallados, junto a las bolas de cañón de la Guerra de la Independencia que allí ya se muestran.
José Marcos (Salamanca)
Jose yo tambien tuve la oportunidad de admirar dicha pintura en la exposición celebradad en Valladolid.Me desplace in situ hasta esa ciudad un fin de semana con el fin de ver esa exposición que no pude ver en Salamanca.El cuadro es absolutamente impresionante y creo que representa fidelignamente como era la fortaleza de Burgos en ese tiempo.
ResponderEliminarCoincido como tú en lo de los que los restos deberian estar en ese museo.Lo visitaré en cuanto pueda.
Felipe Castro.Baracaldo