Ya está a la venta y publicado por la Diputación de Salamanca el volumen de estudios que acompaña al catálogo de la exposición "La Ciudad frente a Napoleón" que hasta el 12 de diciembre se puede visitar en Ciudad Rodrigo. Los dos volúmenes se venden juntos en la tienda de la exposición por 25 euros.
viernes, 8 de octubre de 2010
Estudios - La Ciudad frente a Napoleón
Ya está a la venta y publicado por la Diputación de Salamanca el volumen de estudios que acompaña al catálogo de la exposición "La Ciudad frente a Napoleón" que hasta el 12 de diciembre se puede visitar en Ciudad Rodrigo. Los dos volúmenes se venden juntos en la tienda de la exposición por 25 euros.
Estirando las piernas
jueves, 7 de octubre de 2010
Forward with Horward
lunes, 4 de octubre de 2010
La Defensa Heroica
Se estrenó el pasado sábado 7 de marzo en el Teatro Nuevo de Ciudad Rodrigo, y fue una pena que no pudiera ir a verla, pero el caso es que estoy metido hasta las trancas en la traducción del libro Napoleon's Wars de Charles Esdaile y no me queda tiempo para otra cosa.
De todas formas, no me perderé la próxima representación. Conozco la obra, ya que le proporcioné cierto asesoramiento histórico al autor y Lauren es un tipo estupendo con muchas ganas de trabajar y de divulgar la historia de Ciudad Rodrigo durante la Guerra de la Independencia. Seguro que les va a ir muy bien con esta iniciativa.
SINOPSIS
Juan, labrador tradicional asentado en la socampana mirobrigense, tras la violación de sus esposa, cometida por tres soldados franceses, y henchido de amor a la patria, se alista como voluntario para defender Ciudad Rodrigo de la invasión del ejército francés. Presta sus servicios como ayudante de intendencia, lo que le facilita una información privilegiada acerca de muchos pormenores y entresijos del sitio, asedio y posterior asalto de la plaza fortificada, así como le proporciona un excelente observatorio para conocer de cerca y en directo el desarrollo de bélico de la contienda y el comportamiento intramuros de la heroica población mirobrigense.
Consumada la derrota militar (1810), Juan es deportado a Francia con otros 2.500 prisioneros de la plaza, permaneciendo embarazada su esposa y sin apenas medios materiales para garantizar su supervivencia.
domingo, 3 de octubre de 2010
Memoria grabada para olvidar
Este Blog contiene una etiqueta con el nombre "La Memoria grabada", dentro de la cual he intentado, a lo largo de ya hace un par de años, recopilar las estampas de la Guerra de la Independencia en la provincia de Salamanca que conocía y hacer unos cuantos comentarios sobre las mismas.
Catálogo de la Exposición "La Ciudad frente a Napoleón"
http://www.tribuna.net/
La alabada exposición sobre el Bicentenario del Sitio de Ciudad Rodrigo La ciudad frente a Napoleón, organizada por el Ayuntamiento, tiene desde ayer un catálogo a su altura. Han tenido que pasar algo más de cuatro meses para que el ejemplar estuviera listo, pero después de varias dificultades, principalmente económicas, por fin ha visto la luz. Ayer se presentaba de forma oficial en el salón de sesiones del Ayuntamiento, con la presencia del alcalde de Ciudad Rodrigo, Javier Iglesias, de varios miembros de la Corporación municipal, de Gonzalo González, presidente de Adecocir, y de los que han creado esta obra de arte, liderados por José Ramón Cid Cebrián, comisario de la exposición, Françesc Pintado, asesor de la misma, y Manuel Delgado Sánchez-Arjona, ideólogo de este formato de catálogo.
Se trata de un volumen de 350 páginas en el que aparecen todas y cada una de las 600 piezas que conforman la muestra, en el mismo orden que en el palacio de Los Águila, en un esfuerzo titánico, “casi proeza”, según Cid Cebrián, pero “necesario para que no quedara amputado“. Así, aunque la exposición es algo efímero (acabará el 12 de diciembre), permanecerá de forma íntegra en el tiempo. Javier Iglesias lo califica “de cinco estrellas, como la exposición”, y “una de las ediciones culturales más importantes editada en nuestra ciudad“.
Si este volumen ve la luz es gracias a la participación desinteresada de numerosos mirobrigenses, ya que todas las fotografías y textos han sido colaboraciones gratuitas. En materia de imágenes han participado todas las casas fotográficas de Miróbriga, además de instituciones a las que pertenecen las piezas de la muestra. Mientras, en la elaboración de los textos, y las fichas de cada pieza han colaborado de forma especial los miembros del Centro de Estudios Mirobrigenses, como Ángel Luis Calabuig, Carlos García Medina, Françesc Pintado, José Ignacio Martín Benito, José Ramón Cid Cebrián, María Ángeles Azqueta, Miguel Ángel García, Miguel Ángel Martín Más, Manuel Delgado Sánchez-Arjona, Pilar Magadán Chao, y Tomás Domínguez Cid. El libro incluye una colaboración de Marqués de Douro, heredero del ducado de Wellington y Ciudad Rodrigo.
Lo único que se ha pagado es su impresión, y como el resto del catálogo, ha sido “made in la comarca de Ciudad Rodrigo”, como decía ayer en la presentación Gonzalo González, de Adecocir.
En total, la inversión ha sido de 18.000 euros, sufragados el 80% por la asociación para el desarrollo de la comarca de Ciudad Rodrigo, Adecocir, y el 20% restante por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo. En un principio el catálogo iba a ser pagado por la Diputación de Salamanca, pero finalmente, esta institución ha editado una compilación de estudios anexa al catálogo, que se presentará mañana también en el salón de sesiones del Ayuntamiento. Al financiarse el catálogo con fondos Leadercal, no se puede poner a la venta de forma independiente. Pero lo que va a hacer el Ayuntamiento es vender la compilación de estudios de la Diputación, y de regalo adjuntar este catálogo. De momento, la tirada inicial del volumen es de 1.600 ejemplares.
Con la presentación ayer del catálogo, y el lunes de la compilación de estudios, la exposición podrá perdurar en el tiempo. Así, además, los asistentes al congreso internacional La Guerra de la Independencia en el Valle del Duero: los asedios de Ciudad Rodrigo y Almeida, que arrancará el martes, podrán llevarse un recuerdo físico de la muestra, que ya superado los veinte mil visitantes.
Estampas de la Guerra de la Independencia en la provincia de Salamanca
El nuevo título ’Estampas de la Guerra de la Independencia en la provincia de Salamanca’, de la colección ‘Fuera de Serie’, se presenta en el marco del Bicentenario de la Guerra Peninsular, como “una aportación importante a la conmoración”, asegura la presidenta de la Diputación, Isabel Jiménez. El autor, Conrad Kent, reconocido hispanista, aporta ángulos nuevos para el conocimiento de este hecho histórico, a través de la huella gráfica de grabados y mapas, que tuvo sucesos y escenarios de gran importancia en la provincia de Salamanca, como pueden ser Ciudad Rodrigo, Fuentes de Oñoro, Arapiles, Tamames, Alba de Tormes o Salamanca.
El director del Instituto de las Identidades, apuntó su director, Juan Francisco Blanco, “ha apostado en esta publicación por el rigor en la investigación, el uso de materiales gráficos inéditos y el minucioso análisis de éstos, para el mejor conocimiento de una de las páginas de nuestra historia, la popularmente conocida como ‘francesada’, que más profundamente ha determinado la identidad de nuestra provincia, de manera particular en algunas de sus poblaciones”.
Conrad Kent, en una interesante intervención, esbozó el trabajo que ahora edita la Diputación de Salamanca, organizado su contenido en nueve capítulos acompañados de 156 estampas, dibujos, mapas y planos, algunos de ellos inéditos y nunca antes reunidos en una publicación similar.
Kent explicó que “la Guerra de la Independencia (1808-1814) se ha convertido hoy en un espectáculo vistoso, con recreaciones de batallas y conmemoraciones de lugares y personajes históricos. Pero, en su bicentenario, la visión de aquella guerra sigue siendo confusa en algunos aspectos. Mientras los investigadores rastrean los archivos y los relatos de los militares para determinar el número exacto y la identidad precisa de brigadas, regimientos y batallones, las imágenes se acumulan sin un criterio fijo. Pequeñas viñetas de la prensa de finales del siglo XIX se mezclan con estampas grabadas durante los años de la contienda, y litografías de los campos de batalla aparecen en estudios críticos al lado de mapas y planos de diferentes épocas”.
“En este caos actual -apunta Conrad Kent-, por lo que se refiere a las imágenes, se explica en parte por el hecho de que la Guerra de la Independencia fue el último gran acontecimiento militar europeo no documentado por la fotografía”.
Esta edición no pretende ilustrar la historia de la guerra, sino explicar la función de la imagen dentro del contexto en el que fue creada. Las estampas recogidas muestran su propia coherencia como expresión de los valores y fórmulas estéticas del momento, según Paco Blanco.
De la obra se han editado 1.000 ejemplares, a distribuir en librerías de toda España y Europa, y sale al público al precio de 40 euros (IVA incluido) con encuadernación de tapa dura de tela y 252 páginas con formato 31,5x29,5 cm.
Noticia extraída del diario digital www.salamanca24horas.com
Autor: Luis Falcón
miércoles, 29 de septiembre de 2010
sábado, 25 de septiembre de 2010
Wargaming the Battle of Salamanca
martes, 21 de septiembre de 2010
viernes, 17 de septiembre de 2010
Las Águilas de Los Arapiles
Un águila constituía un preciado tesoro para cualquier regimiento que pudiera hacerse con uno de estos emblemas del ejército francés, entregados por el Emperador al primer batallón de cada uno de sus regimientos. La primera águila capturada por los británicos en la Guerra Peninsular fue arrebatada al regimiento 8º francés de infantería de línea en la Batalla de La Barrosa. La segunda fue encontrada casualmente en el fondo del cauce de un riachuelo en 1811 y en la Batalla de Los Arapiles se capturaron otras dos, aunque no serían las últimas.
Andrew Leith Hay, sobrino y edecán del general Leith, comandante en jefe de la Quinta División, escribió:
martes, 14 de septiembre de 2010
Éirinn go Brách
Si tenéis la oportunidad, no dejéis de visitar la Península de Dingle, para mí uno de los lugares más bonitos y evocadores que conozco.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Monumento dedicado a Wellington en Dublín
viernes, 3 de septiembre de 2010
Bienvenidos a la Realidad. Una Brecha en la Frontera
La primera es la exposición "La Ciudad frente a Napoleón", de la que ya he dado cuenta en otras entradas de este Blog. Todavía no está disponible el catálogo de la exposición, pero estoy seguro de que la espera vendrá recompensada con creces por la gran calidad de este trabajo.
La segunda es la edición facsímil de la Relación Circunstanciada del Sitio de Ciudad Rodrigo del general Andrés Pérez de Herrasti.
La tercera es la representación teatral "Bienvenidos a la Realidad. Una Brecha en la Frontera", del autor irlandés Denis Rafter.
Por lo que se refiere al contenido histórico, agradezco al autor que haya tenido como libro de cabecera mi trabajo Ciudad Rodrigo 1810. El Desafío de Herrasti. Me hizo ilusión comprobar como los actores utilizaban párrafos de mi libro en sus declamaciones.
Los actores hacen un trabajo soberbio, muy profesionales y muy metidos en sus respectivos papeles.
El planteamiento de la obra es delicioso, una maravillosa mezcla de humor y emotividad que nos lleva al aborrecimiento de la guerra de manera magistral e incluso poética en algunos momentos, sobre todo en el último cuadro, el que se representa sobre la muralla.
Mis cuadros favoritos son "La Taberna del Pueblo", que se representa en el patio del Palacio Episcopal y que resulta sobrecogedor, y sobre todo el último, "La Letanía de las Guerras", una atemporal lucha entre el Amor y la Muerte representada en el mismo lugar en el que se produjeron horripilantes escenas de lucha entre ingleses y franceses en el asedio de 1812.
En septiembre la obra "Bienvenidos a la realidad" se representará los días 11 y 19, así que no os la perdáis.
Me despierto y veo la Isla de Córcega
Los pueblos del interior, las playas, la comida, los bosques, todo es excelente en esta Isla.
Una de las cosas que más placer me produjo durante mi estancia en Elba fue levantarme cada mañana y tener esta vista desde la ventana de mi habitación. Lo que se ve al fondo en el centro es la Isla de Córcega, la patria de los Buonaparte.
En la Isla de Elba
Las dos residencias de Napoleón en Elba, la Palazzina dei Mulini y la Villa San Martino, se pueden visitar, pero debo advertiros que, en mi opinión, las exposiciones que se guardan en estos dos edificios no merecen mucho la pena y que éstos no se conservan en muy buen estado.
No obstante, merece realmente la pena visitar la Isla de Elba, ya que es un verdadero paraíso natural. Además, resulta muy evocador subir las empinadas calles de Portoferraio, la capital, para llegarse hasta la Palazzina dei Mulini e imaginarse al Emperador en la terraza del edificio oteando el horizonte esperando un barco que lo devolviera a Francia para recuperar su trono.
La Villa San Martino, la residencia estival de Napoleón, se encuentra enclavada en un hermoso valle que el Emperador recorría a lomos de su caballo árabe Tauris y que ahora podemos recorrer en bicicleta de montaña.
La primera imagen es un grabado de 1814 con el título Journey to Elba Island que se exhibe en el museo la Palazzina dei Mulini.
La segunda imagen en la Palazzina dei Mulini, la residencia principal de Napoleón, situada en la parte más alta de la ciudad de Portoferraio.
La tercera imagen es una placa colocada a la entrada de la Palazzina dei Mulini.
La cuarta imagen es la entrada de la Villa San Martino, la residencia estival del Emperador.
martes, 10 de agosto de 2010
Napoleon's Army - Lucien Rousselot
Creo que es una buena oportunidad, sobre todo porque el precio es de tan solo 60 euros, algo que no es habitual en un libro de las características y el contenido que tiene éste.
Aunque he trabajado para esta editorial en el pasado, no he tenido nada que ver con la edición de este libro, así que por eso me atrevo a recomendarlo fervientemente.
Hay edición con textos en inglés y edición con textos en francés.
http://www.andrea-miniatures.com/market/AspsProductos/Detalle.asp?IdProductoDetalle=1510
domingo, 8 de agosto de 2010
Distant view of Ciudad Rodrigo with guerrillas in the foreground
jueves, 1 de julio de 2010
Cuartel General de Wellington en Freineda
La semana pasada estuve visitando la localidad de Freineda, sitio en el cual, como todos conocéis, Wellington pasó los inviernos de los años 1811/12 y del 1812/13.
La visita al Cuartel General fue breve pero intensa. Me llevé una grata sorpresa al comprobar el tratamiento que dan los vecinos portugueses al tema napoleónico. Un monumento junto a la casa que habitó el Duque, una placa conmemorativa, una señalización correcta del lugar... en fin, que quizás deberíamos tomar nota...
Os adjunto unas fotos tomadas con el móvil:
martes, 8 de junio de 2010
La isla de Elba
domingo, 6 de junio de 2010
Ruta de los Sitios de Ciudad Rodrigo
Melgar de Abajo, 3 de marzo de 1813
La leyenda del cuadro reza lo siguiente:
Agustín Pablos Vº, de Melgar de Abajo, fue perseguido de una partida de Dragones franceses en el día 3 de Marzo del año de 1813. Quienes después de haberle atropellado con sus caballos, uno de los soldados con la espada le atravesó un brazo e hirió el vientre, en cuyo lance hubiera muerto, si la Virgen del Castillo, a quien él se ofreció de veras, no le hubiera libertado.
Gran trabajo, Roberto, muchas gracias, una tabla que supongo que tiene poco valor artístico pero muy interesante desde el punto de vista histórico. Ahora tenemos que intentar averiguar si la obra está fechada y firmada.
Soy un ignorante absoluto en cuestiones de arte, pero el cuadro bien podría tener casi doscientos años, y lo cierto es que los Dragones están perfectamente representados con su uniforme verde, su casco con cola de caballo y el resto del equipo.
miércoles, 2 de junio de 2010
La Guerra de la Independencia en el Valle del Duero: los asedios de Ciudad Rodrigo y Almeida
La jornada del 7 de octubre se celebrará en Almeida (Portugal) y el resto en Ciudad Rodrigo.
Más información en:
http://www.ubu.es/congresovalleduero
Martes 5 de octubre
9:30 Recepción de los participantes.
10:00 Presentación del congreso.
10:30 Emilio de Diego García - El Valle del Duero: eje estratégico de primer orden en la Guerra contra Napoleón al sur de los Pirineos.
11:00 Charles Esdaile - Wellington a las puertas: la guerra peninsular en el balance de 1811 - 1812.
12:30 Miguel Ángel Martín Mas - Don Julián Sánchez "El Charro": hazañas y miserias de la lucha guerrillera.
13:00 António Pedro Vicente - Errores de Masséna en sus incursiones en España y Portugal.
16:30 Tomás Pérez Delgado - La guerra después de la batalla: deportación y oficiales aliados.
17:00 Luis Oliveira Ramos - Analogías y diferencias entre Portugal y España después de 1810.
18:30 Visita guiada a Ciudad Rodrigo.
20:00 Ricardo García Cárcel - La memoria de los testigos y la memoria de los historiadores en la Guerra de la Independencia.
Miércoles 6 de octubre
10:00 Donald Horward - Masséna: Siege warfare and the siege of Ciudad Rodrigo.
10:30 David Gates: Britain's strategy in the Iberian Peninsula.
12:00 Agustín Guimerá Ravina - Los sitios en la Guerra Peninsular.
12:30 Francisco Ribeiro Da Silva - El pacto de familia en las relaciones luso-británicas.
16:30 Enrique Martínez Ruíz - Ciudad Rodrigo: actividad política y preparación defensiva.
17:00 Antonio Moliner Prada - Las Juntas Provinciales castellanas: el levantamiento y la formación de la Junta Provincial de Soria.
18:30 Gerard Dufour - Reacción y evolución de Napoleón frente a la imprevista coalición España-Portugal-Gran Bretaña.
19:00 Emilia La Parra López - El exilio de Fernando VII. Reacciones europeas.
20:00 Visita guiada a la exposición "La Ciudad frente a Napoleón".
Jueves 7 de octubre
10:30 Alexandre María de Castro de Sousa Pinto - A Batalha do Côa em 24 de Julho de 1810.
11:00 Gabriela Gândara Terenas - O cerco de Almeida em narrativas Portuguesas e Britânicas da Guerra Peninsular.
12:30 Bertha María Gutierrez Rodilla - Cuando al perro flaco todo se le vuelven pulgas: heridas de guerra y sanidad militar durante la Guerra de la Independencia.
13:00 Teresa Caillaux de Almeida - Anda María que já abalaram os franceses!: la expresión oral y pictórica del pueblo portugués sobre las campañas napoleónicas.
17:00 Visita guiada a Almeida.
Viernes 8 de octubre
10:00 Ángel de Luis Calabuig - La pervivencia de las fortificaciones mirobrigenses, legado histórico excepcional.
10:30 Françesc Pintado i Simó - El armamento utilizado por las tropas imperiales en el asedio de Ciudad Rodrigo.
11:00 José Ramón Cid Cebrián - La Guerra de la Independencia en la música tradicional salmantina.
12:30 Jean René Aymes - Mariscales y generales franceses. Ciudad Rodrigo y Almeida en las memorias de Masséna, Soult y Marcel.
martes, 25 de mayo de 2010
La Ciudad frente a Napoleón - Bicentenario del Sitio de Ciudad Rodrigo
Ciudad Rodrigo - Palacio de Los Águila
De lunes a domingo: de 10:30 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:30
domingo, 23 de mayo de 2010
Andrés Pérez de Herrasti, gobernador de la plaza de Ciudad Rodrigo
Andrés Pérez de Herrasti (1750-1818)
Andrés Víctor José Miguel Pérez de Herrasti Viedma y Aróstegui Pérez del Pulgar Fernández de Córdoba, descendiente de dos de las más ilustres y principales familias de la aristocracia andaluza, nació en Granada el día 6 de marzo de 1750. Por vía paterna, entre sus más remotos antepasados se encontraba Domingo Pérez de Herrasti –perteneciente a la antiquísima casa de Herrasti en Azcoitia (Guipúzcoa)– que fue uno de los caballeros que acompañaron a los Reyes Católicos en la conquista de Granada, obteniendo como premio un señorío en esas tierras: el del pueblo y campos de Baralaira, que recibirían el nuevo nombre de Señorío de Domingo Pérez y que se convertirían en su nuevo hogar. Por vía materna, descendía también de otro capitán de los Reyes Católicos, el afamado Hernán Pérez del Pulgar, conocido como «el de las Grandes Hazañas». Con estos antecedentes de heroísmo militar y de nobleza, repetidos de una forma u otra generación tras generación, no es extraño que el joven Andrés ingresara en el ejército en el año de 1762, a la temprana edad de doce años, concretamente como cadete del Regimiento Provincial de Granada. Dos años después entró como cadete en el Regimiento de Reales Guardias Españolas, unidad en el seno de la cual pasaría por todos los empleos y grados que consignamos a continuación: Alférez (1776), Alférez de Granaderos (1777), 2.º Teniente de Fusileros (1779), 2.º Teniente de Granaderos (1783), 1.er Teniente de Fusileros (1785), 1.er Teniente de Granaderos (1791), Coronel (1791), Capitán (1793), Brigadier (1795) y Mariscal de Campo (1809). En su hoja de servicios aparece un escueto informe sobre su persona: «Valor, acreditado; aplicación, bastante; capacidad, bastante; conducta, buena; estado, casado. Este oficial está en estado de continuar, es casado, bizarro y a propósito para el mando». Siempre en tan alta estima, Herrasti sirvió en el ejército español durante cincuenta y dos años, hasta su muerte, que le sobrevino en 1818, ostentando el grado de Teniente General y el empleo de Gobernador Civil y Militar de Barcelona – honores concedidos en el año 1814, tras su vuelta del cautiverio en Francia–.
Herrasti participó, además, en las principales campañas y en algunas de las más memorables acciones llevadas a cabo durante los años anteriores a la Guerra de la Independencia. En el año 1775 participó en la expedición que Carlos III envió a Argel en contra de las tropas del emperador de Marruecos y de los piratas que operaban desde ese puerto, operación que terminó en un auténtico desastre para los españoles, con más de mil quinientos muertos y unos tres mil heridos, entre ellos el protagonista de esta semblanza; en el bloqueo y sitio de Gibraltar desde el primero de septiembre de 1779 hasta que se concluyó sin éxito; en el sitio de Orán desde el 28 de mayo de 1791 hasta su evacuación y abandono; en la guerra contra Francia, entrando en el Rosellón con las primeras tropas en abril de 1793 y cayendo prisionero en mayo del año siguiente, durante la precipitada retirada española ante el ataque del general Dugommier; en la Guerra de las Naranjas contra Portugal, tomando parte muy primordial en la ocupación del lugar de Jarde, en la toma de la plaza de Villaviciosa y en otras muchas acciones.
Pero fue la Guerra de la Independencia la que marcó el triste destino de Herrasti, le convirtió en un personaje para la historia y le ofreció la oportunidad de demostrar su pundonor de militar hasta el límite de sus fuerzas y de su deber. El 17 de marzo de 1808, el por entonces brigadier Pérez de Herrasti, en ese momento destinado al frente del 1.er Batallón del Regimiento de Reales Guardias Españolas –que se encontraba acantonado en Vicálvaro– recibió la orden del coronel del Regimiento, el duque del Infantado –un fiel fernandino y, por lo tanto, enemigo acérrimo de Godoy– de asaltar el palacio del valido en Aranjuez y proceder a su captura. Este episodio provocó la abdicación del rey Carlos y el acceso al trono de Fernando aunque, como es bien sabido, el asunto no acabó ahí, sino con Napoleón interviniendo como árbitro del litigio entre el monarca y el heredero. De este modo, atrayendo con artimañas a padre e hijo a territorio francés –con la excusa de celebrar una reunión para solventar el problema de la legalidad de la abdicación de Carlos– Napoleón secuestró a la familia real española y desplegó sus tropas por España con el objetivo de lograr un cambio de dinastía –de los Borbones a los Bonaparte–, algo que hacía tiempo que ansiaba el Emperador. Herrasti, sin saberlo, se había convertido, con su intervención en Aranjuez, en uno de los personajes que pusieron en marcha el mecanismo de la guerra que asolaría España durante casi seis años. Poco tiempo después habría de pagar, con la humillación y el cautiverio, su participación en esa lamentable lucha por el poder que terminaría convirtiendo a España en un campo de batalla sobre el que Francia y Gran Bretaña dirimirían quién iba a ser la primera potencia mundial del siglo XIX. Mientras tanto, el pueblo español luchaba por un rey, Fernando VII, que, a su vuelta en 1814, terminó demostrando que más habría valido aceptar de buen grado el cambio dinástico impuesto por Napoleón.
El día 2 de mayo, el brigadier Pérez de Herrasti puso a su batallón y demás tropas de la comarca, así como a varios pueblos, sobre las armas para socorrer Madrid, sublevado contra los imperiales. El auxilio no se hizo efectivo, ya que desde instancias superiores se recibió la orden de no intervenir en los sucesos de la capital. Desesperado por luchar contra el invasor, Herrasti marchó, con su batallón de Reales Guardias Españolas y el Ejército del Centro al mando del general Castaños, a La Rioja, hallándose en todas las diferentes posiciones que allí se tomaron: socorro de Lodosa, expedición de Autol y apostadero de Ausajo, hasta la batalla de Tudela, librada el 23 de noviembre de 1808, debacle española tras la cual el Ejército del Centro inició una penosa retirada hacia el sur, en busca de nuevas órdenes por parte de la Junta Central –en ese momento también en plena huída y por lo tanto difícil de localizar–. Durante esa retirada, Herrasti tendría ocasión de destacarse en la acción de Tarancón (Cuenca) del 25 de diciembre, en la que rechazó, por dos veces, con trescientos hombres de su batallón, a una fuerza de caballería compuesta por ochocientos Dragones de la Brigada del general Perreimond. El valor y la tenacidad demostrados en este combate le valieron el ascenso a mariscal de campo –aunque quizá este fulgurante ascenso fuera más bien una recompensa por su actuación en favor de Fernando VII en Aranjuez– y el empleo como Comandante General del Cantón de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real). Tras unos pocos meses, ya iniciado el año de 1809, fue llamado a Sevilla –la nueva sede de la Junta Central Gubernativa del Reino– que le destinó, el 15 de marzo de 1809, al Ejército de la Izquierda, que en ese momento se encontraba al mando del teniente general Marqués de la Romana. El lugar donde debía incorporarse a su nuevo empleo era Gijón, ciudad a la que, al estar el centro y el norte peninsular ocupados por los imperiales, solamente podía llegar por mar. El día 19 salió del puerto de Cádiz acompañado por su nuevo edecán, el por entonces teniente Joaquín de Zayas. La travesía transcurrió tranquila hasta que, habiendo ya llegado a aguas del Cabo de Peña el día 20 de mayo, y a menos de una jornada del puerto de Gijón, se cruzaron con un bergantín cuyo capitán les advirtió de que la ciudad asturiana había caído en poder de los franceses. El día 17 de junio de 1809, un desesperado y agotado Herrasti estaba de vuelta en Cádiz, tras treinta días de penosa navegación bajo terribles borrascas, y sin haber podido incorporarse a su destino. Ansioso por entrar en combate, Herrasti solicitó un nuevo destino en el Ejército de Aragón, comandado por el general Blake y, si esto no era posible, al de Extremadura, con el general Gregorio García de la Cuesta al frente. Ninguno de los dos destinos le fue otorgado. Fue enviado de nuevo al Ejército de la Izquierda, ahora al mando del Duque del Parque, con el que combatió en la batalla de Tamames (Salamanca), librada el 18 de octubre de 1809, y que se saldó con una victoria de los españoles. Apenas un par de días después, Herrasti recibió el empleo que le enfrentaría a dos de los más afamados mariscales del Imperio, Masséna y Ney, y que le consagraría como héroe olvidado de la Guerra de la Independencia: gobernador militar de la cercana plaza de Ciudad Rodrigo, convertida en uno de los focos de resistencia más importantes al constituirse como sede de la Junta Superior de Castilla la Vieja, de la cual Herrasti sería presidente.
El 10 de julio de 1810, tras un asedio de dos meses y medio, Herrasti, un militar que ha de pasar a la historia por su aprecio por la vida humana, supo rendir la plaza de la que era gobernador en el momento preciso, sin faltar en absoluto a su deber como soldado, para así evitar una matanza por parte de los imperiales como represalia. Dos días después de la capitulación, Herrasti marchaba al cautiverio en Francia junto a toda su guarnición.
Como los demás deportados españoles, Herrasti recuperó su libertad en 1814, tras la abdicación de Napoleón. Un decreto del Gobierno Provisional de Luis XVIII dispuso que «para poner fin al flagelo de la guerra y reparar en lo posible sus terribles resultados, todos los prisioneros de guerra serán puestos a disposición de sus potencias respectivas». En un lamentable estado físico y moral, Herrasti aún tuvo que enfrentarse en Madrid al Consejo de Guerra de Purificación, que afortunadamente no encontró en él el más mínimo atisbo de traición a los Borbones y que determinó su limpieza y le recomendó para ser empleado por el rey «en el destino y clase que tenga S.M. a bien». El rey tuvo a bien ascenderle a teniente general el 28 de julio del año 1814 con la antigüedad del día de la rendición de la plaza de Ciudad Rodrigo; es decir, el 10 de julio de 1810. Ese mismo año le llegaría la concesión de la condecoración de la Orden de Lis por parte del restaurado rey francés Luis XVIII «para acreditar su adhesión a la causa de los Borbones» y en 1816 el nombramiento de caballero de la Gran Cruz Laureada de San Fernando, que luce con todos sus atributos en el retrato con uniforme de teniente general que se exhibe en el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo. Pero, en lugar de tantas distinciones, mejor habría sido que se le hubiera concedido un destino más adecuado a su estado de salud. En el mismo año de su ascenso a teniente general, Fernando VII, obviando los problemas de Herrasti, le envió a Barcelona como gobernador militar y político, ciudad donde el clima húmedo agravaría su dolencia reumática. Hasta la capital catalana se trasladaría Herrasti con la que era su esposa desde el año 1792 –la también noble María Antonia de Luca y Timmermans– y allí moriría el día 24 de enero de 1818, tras una vida enteramente dedicada a la milicia y tras emplear sus últimos años en emprender esenciales mejoras urbanísticas en la ciudad de Barcelona, tales como la construcción del primer cementerio extramuros.